Samuel Waweru-Nairobi.
El obispo Obala instó a las parejas a trabajar para garantizar que las cosas estén bien en la familia para que la sociedad pueda lograr el éxito en la reducción de la violencia de género (VBG).
“La familia es uno de los valores más preciados que la Iglesia tiene y promueve”, dijo el obispo Obala. “Si las cosas van bien en la familia, la sociedad prosperará. Si las cosas comienzan a salir mal a nivel familiar, la sociedad se verá afectada. Dios quiso que, como primera unidad de la sociedad, la familia fuera un lugar de santidad, comunión y amor”, dijo.
Violencia de Género durante el Covid-19
El Obispo se dirigía a los Coordinadores de Vida Familiar de la Diócesis Católica de Ngong en Kenia durante un taller de capacitación sobre Prevención e Intervención de la violencia. El taller se llevó a cabo recientemente en Watakatifu Wote Senta en Ngong. La capacitación fue organizada por la Conferencia de Obispos Católicos de Kenia (KCCB) – Oficina Nacional de Vida Familiar. Fue el primero de una serie de capacitaciones planificadas en las diócesis católicas de Kenia para abordar las crecientes incidencias de VBG a raíz de la pandemia de Covid-19.
El obispo Oballa señaló que el covid-19 ha sacado a relucir muchos problemas subyacentes en las familias y dijo que el mundo en el que vivimos hoy exige que las familias tengan mucha compasión y amor mutuo. Animó a las familias a no dar cabida a la intolerancia ya que esto podría desencadenar la violencia.
La palabra de Dios puede sanar nuestra tendencia a la violencia
“La palabra de Dios puede sanar nuestra ira, intolerancia y tendencia a la violencia para que podamos empezar a tratarnos con amor y misericordia en todas las situaciones sin cálculo, especialmente con las que vivimos”, dijo el obispo. “Creo que damos cabida a la intolerancia y la violencia cuando empezamos a calcular. Cuando la gente empieza a calcular, da lugar a sembrar discordia, y eso trae amargura”.
Monseñor Obala hizo un llamado a los coordinadores de vida familiar a esforzarse por tener familias modelo y ser ejemplos que otros puedan emular, diciéndoles que Dios y la Iglesia esperan mucho de ellos.
'Cuando cultivas una familia modelo, esto te ayudará a trabajar en tus relaciones equivocadas y permitirá que Dios sane lo que sea que no ha ido bien', dijo. “Los llamo a reflexionar sobre si son el hombre o la mujer, el esposo o la esposa, el padre o la madre, que deben ser. Dios tiene expectativas de ustedes, y la Iglesia también tiene expectativas de ustedes”, enfatizó Monseñor Oballa.
Ver en cada persona humana, un hijo de Dios
El Obispo exhortó a los coordinadores a estar atentos a la exaltación del Papa San Juan Pablo II que llama a las familias cristianas a participar en la vida y misión de la Iglesia.
“Si todas las familias entendieran el ministerio de la Iglesia, la violencia basada en género no tendría ningún lugar en la sociedad”, dijo el obispo Obala. “Si todos vieran en cada ser humano a un hijo de Dios, la violencia de género sería inexistente. Salgan y sean embajadores del amor y la paz de Dios”.
Combatir la violencia en la sociedad requiere compromiso
Les dijo a los coordinadores que el éxito en su trabajo de combatir la violencia en la sociedad no dependería de su número sino de su compromiso con la causa. Les recordó que Jesús solo tuvo 12 Apóstoles, pero el mensaje de Salvación ha llegado hoy a los confines del mundo.
“Solo se necesitan algunas personas que capten el mensaje y estén convencidas de poder transmitir el mensaje e influir en las actitudes y hábitos de los demás”, dijo el obispo.
Agradeció al personal de KCCB – Oficina Nacional de Vida Familiar por organizar las capacitaciones diocesanas, diciendo que esta fue una verdadera señal de su compromiso y dedicación para garantizar que los laicos se formen de manera que contribuyan a la paz y una atmósfera amorosa en los hogares.
El cambio comienza con cada uno de nosotros
Por su parte, el Secretario Ejecutivo Nacional de la KCCB – Comisión para la Pastoral y el Apostolado de los Laicos, p. Josiah Muthee, les dijo a los coordinadores que se comprometieran con la campaña de violencia de género y que tuvieran el entusiasmo y la pasión de los fanáticos del fútbol mientras defendían su causa. Dijo que había llegado el momento de que los habitantes de Kenia se tomaran en serio los asuntos de protección infantil, tal como está sucediendo en el mundo occidental.
“Asegúrese de beneficiarse lo más posible de esta capacitación antes de que pueda transmitir la campaña de violencia de género a las bases. El cambio comienza con todos nosotros. Debemos estar listos para acabar con ciertas normas, culturas y costumbres que se han vuelto obsoletas”, dijo el p. Muthee.
