YAKARTA, Indonesia — Lo que comenzó como un pequeño espacio en línea organizado por la Oficina de Asuntos Exteriores Bahá'í de Indonesia para explorar los principios espirituales fundamentales en medio de la crisis de salud mundial se ha expandido para incluir a más de 200 actores sociales, funcionarios gubernamentales y representantes de diversas comunidades religiosas.
Musdah Mulia, una destacada académica islámica y activista por los derechos de las mujeres que ha colaborado con la Oficina en la celebración de las reuniones, comenta sobre el carácter de los espacios y afirma: “Son muy positivos y constructivos en los esfuerzos por construir la paz en Indonesia. Involucran a personas de diferentes creencias y antecedentes religiosos y ayudan a salvar las diferencias entre ellos. Estas reuniones se han convertido en un lugar de encuentro para fomentar la amistad entre ellos y eliminar los prejuicios y el estigma.
“Tenemos que reorientar nuestros puntos de vista religiosos para hacer una contribución positiva a la humanidad. No debemos apegarnos a los símbolos y accesorios de religión."
Rina Tjuna Leena, de la Oficina Bahá'í de Asuntos Exteriores, dice que la diversidad de los 270 millones de habitantes de Indonesia, así como sus principios fundamentales, conocidos como Pancasila, crean un terreno fértil para conversaciones esperanzadoras. “Muchas personas sienten el anhelo de una sociedad que refleje verdaderamente los principios de paz y unidad que son los ideales centrales del país: que la fe debe unirnos en lugar de dividirnos; que somos un solo pueblo en las 17,000 islas de Indonesia; que nuestra sociedad lucha por la imparcialidad y la justicia social para todos”.
Reconociendo la importancia de las reuniones, el director del Centro de Armonía Religiosa en el Ministerio de Religión, quien fue moderador en una reunión reciente, pidió que se envíen las ricas ideas que están surgiendo de estas discusiones como recomendaciones al ministerio para consideración en el desarrollo de políticas.
Entre los temas que se examinaron en los encuentros ha estado la desigualdad social y las divisiones entre grupos mayoritarios y minoritarios. Al señalar la necesidad de conversaciones para llegar a las causas profundas de las grandes divisiones, la Sra. Leena dice: “La sociedad actual se basa en la suposición de que los seres humanos son diferentes entre sí, compiten y usarán el poder para manipular a los demás.
“A menos que se entienda completamente el principio de unidad, nunca habrá una solución duradera para los problemas que enfrentamos. Esto requiere una nueva concepción de las relaciones entre todos los miembros y elementos de la sociedad en términos del poder de la unidad y el amor. Tales relaciones no se convertirían en un medio de dominación sino de aliento e inspiración”.
Los participantes de las reuniones están aprovechando las ideas de las discusiones para estimular el pensamiento en sus propias áreas de trabajo.
Agnes Dwi Rusjiyati de la Comisión de Radiodifusión de Indonesia reflexionó en un seminario sobre las implicaciones del principio bahá'í de unidad en la diversidad para su trabajo como reguladora de los medios. “Los medios hacen mucho para moldear la percepción. Con demasiada frecuencia, se ha utilizado como una herramienta para avivar la división. Pero podemos tomar medidas para crear un entorno mediático que actúe en una dirección más positiva, como alentar a través de la cobertura de aquellas cosas que unen a las personas y fortalecen el tejido social”.
Cuando la discusión giró hacia el papel de la religión en un mundo de rápidos cambios tecnológicos, Amanah Nurish, profesora de estudios religiosos, señaló la enseñanza bahá'í de la armonía de la ciencia y la religión. “Este principio nos ayuda a ver el papel fundamental que desempeñan tanto la ciencia como la religión en el mundo moderno. El progreso científico necesita estar guiado por un compromiso espiritual y moral para aplicarlo adecuadamente. Al mismo tiempo, desarrollar una forma científica de pensar nos ayuda a diferenciar lo que es verdadero de lo que es falso y nos libera de la ignorancia y los prejuicios religiosos que se han convertido en una fuente de conflicto”.
A medida que los participantes se han reunido para discusiones intelectualmente estimulantes, muchos han encontrado una conexión aún más profunda a través de reuniones regulares de oración organizadas por la Oficina de Asuntos Externos. La oración es reconocida como una parte importante de la vida en Indonesia, pero reunirse entre religiones para compartir este acto fue una experiencia nueva para muchos.
La Sra. Leena dice: “En un corto período de tiempo, estos seminarios han mostrado en pequeña medida los tipos de condiciones en las que se pueden derrumbar las barreras. Este es uno de los muchos pasos que hay que dar en un largo proceso de transformación social”.
