El presidente turco, Tayyip Erdogan, participó en la solemne ceremonia de inicio de la construcción del canal de Estambul. que correrá paralelo al Bósforo y conectará los mares Negro y Mármara.
La construcción comenzará con uno de los seis puentes que cruzarán el futuro canal. Erdogan llamó a esto una nueva página en el desarrollo de Turquía.
El canal tendrá una longitud de 45 km y un ancho mínimo de 275 metros a una profundidad de 21 metros.
Erdogan recordó que hoy en día 45 mil barcos al año pasan por el Bósforo y cada uno de esos pasos representa una amenaza para la ciudad, ya que los barcos transportan diferentes cargamentos.
“Consideramos el nuevo proyecto como un proyecto para salvar el futuro de Estambul”, dijo Erdogan.
Al mismo tiempo, será un puente clave, que es la última parte de otro mega proyecto ya construido: la carretera de circunvalación norte de Estambul, que comienza en el distrito de Silivri, pasa por el nuevo aeropuerto de Estambul, continúa cruzando el Bósforo en el Tercer puente de nueva construcción Yavuz Sultan Selim y se une a la carretera a Ankara. Así, el tránsito se realiza a través de Estambul sin tener que entrar en las zonas concurridas de la metrópoli.
El Canal de Estambul se construirá en el lado europeo de la metrópoli turca y tendrá unos 45 km de largo, 275 m de ancho y 20.75 m de profundidad.
Tras el anuncio del proyecto por parte de Erdogan, varias universidades llevaron a cabo estudios para evaluar la ruta del Canal de Estambul en 2011-2013.
En 2013-2014, se elaboró un diseño preliminar luego de recibir datos geológicos y geotécnicos de los trabajos de perforación a lo largo de la ruta determinada para el canal.
A través de un estudio de la experiencia de las vías fluviales artificiales en el mundo, se elaboró una hoja de ruta de proyectos de investigación y en 2014-2017 se realizaron estudios preliminares para el proyecto de investigación.
En 2017-2019 se llevaron a cabo estudios detallados de campo, de laboratorio y un proceso de informe de evaluación de impacto ambiental del Canal de Estambul.
Un total de 204 científicos y expertos de diversas universidades e instituciones han trabajado en el proyecto del Canal de Estambul.
También está previsto construir un puerto deportivo, puertos de contenedores, un área de recreación y un centro logístico como un componente adicional del proyecto a las instalaciones y estructuras necesarias para el Canal de Estambul.
El costo total del proyecto se estima en 75 mil millones de liras turcas ($ 8.6 mil millones) y se espera que se construya en el marco de la cooperación público-privada. Durante la reunión en la que Erdogan anunció el proyecto, también dijo que el proyecto se financiaría en su totalidad con recursos nacionales.
Se espera que el proyecto esté terminado en siete años, con aproximadamente un año y medio de trabajo preparatorio y cinco años y medio de construcción.
Se construirán seis puentes sobre el Canal de Estambul, que convertirán a Estambul en una ciudad con dos mares.
Se prevé la construcción de nuevas zonas residenciales con más de 250,000 apartamentos a ambos lados del Canal de Estambul.
ECOLOGISTAS: A FAVOR Y EN CONTRA
Los ecologistas turcos llevan mucho tiempo haciendo sonar la alarma porque los barcos que pasan por el Bósforo contaminan el medio ambiente, "envenenan" las vidas de los habitantes de la megalópolis 16 millonésima (según datos oficiales) y 20 millonésima (según datos no oficiales). Y el canal natural en sí se vuelve poco profundo, incluso sin soportar la carga. Además, en caso de accidente y derrame de petróleo durante el paso de petroleros por el Bósforo, esto podría tener consecuencias catastróficas para un ecosistema ya perturbado. Y si a esto le sumamos el descontento de los propios armadores por la necesidad de esperar, a veces semanas, en la cola para atravesar el Bósforo, entonces la construcción de un canal artificial podría convertirse en una alternativa muy rentable para todos. Pero aquí nuevamente los ecologistas fueron los primeros en decir su palabra (“Uluslararası politika açısından Kanal İstanbul: 310 milyon insan için bir risk”). Están convencidos de que una intervención de esta magnitud, a saber, la confluencia de las aguas del Mármara y el Mar Negro, puede tener consecuencias negativas aún mayores que el uso excesivo del Bósforo. Estamos hablando de un aumento en el nivel de sulfuro de hidrógeno en el Mar de Mármara después de su fusión con el Mar Negro, que puede provocar la muerte de algunos representantes de la flora y la fauna, y también amenaza con un olor desagradable del canal. .
Otro: la transformación del centro histórico y los distritos comerciales de la parte europea de Estambul en una isla, según los expertos, también representa una amenaza no solo para la naturaleza, sino también para las atracciones históricas y arqueológicas en las que esta región es rica.
