¿Alguna vez te has sentido incómodo al comunicarte con alguien? ¿Tienes miedo de hablar delante de más personas? Cálmate, todo el mundo ha caído en situaciones tan desagradables. Con el tiempo y la experiencia, generalmente aprendemos a lidiar con ellos.
Pero para aquellos que sufren de fobia social, tales experiencias son un lugar común y un obstáculo extremo. El trastorno de ansiedad social (fobia social) es uno de los trastornos mentales más comunes y se caracteriza por un miedo extremadamente fuerte a los entornos y actividades sociales. Las personas en esta condición tienen un gran problema para hablar y conocer gente nueva, así como para asistir a las reuniones. Experimentan malestar mental o incluso físico en tales situaciones. Esta ansiedad generalmente tiene sus raíces en el miedo a la condena o la evaluación negativa de los demás e incluso interfiere con las actividades normales de la vida diaria.
Los expertos estiman que alrededor de 15 millones de personas en los Estados Unidos sufren de esta fobia. Pero aunque tantas personas padecen esta afección, algunos de sus síntomas pasan desapercibidos. La fobia social no es solo un miedo a hablar en público Aunque las personas que sufren de fobia social suelen tener dificultades con las apariciones públicas, su condición se asocia con una ansiedad mucho más profunda.
El miedo también puede ocurrir al hacer llamadas telefónicas, escribir correos electrónicos, comer en lugares públicos, hacer nuevas amistades, entrevistas de trabajo y hacer preguntas durante el trabajo o el estudio. No se limita a una evaluación negativa. También existe el miedo a la evaluación positiva.
Esta condición se denomina “síndrome del engaño”, en la que temen haber recibido un elogio por error y serán declarados estafadores. Este síndrome puede tener efectos devastadores en el comportamiento de las personas en diversas situaciones. No necesariamente relacionado con la introversión Una persona puede ser introvertida sin sentir miedo o ansiedad por socializar. Por el contrario, puede ser extrovertido y sufrir de fobia social. A las personas con un comportamiento introvertido les resulta más fácil cansarse emocionalmente que a las extrovertidas. Por esta razón, prefieren pasar su tiempo a solas.
La necesidad de contacto social no tiene nada que ver con la ansiedad en tales interacciones. El placer de una actividad no elimina la fobia. No es fácil de detectar A pesar de sus miedos, las personas con fobia social acuden a fiestas y fiestas. La presencia de tales eventos sociales no significa que las reuniones no los asusten. Incluso allí, hay una manera de evitar interactuar con las personas, por ejemplo, mirando constantemente su teléfono o emborrachándose para sentirse más cómodo.