Por Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano
El juicio en el Vaticano por supuesta mala conducta en el manejo de fondos de la Secretaría de Estado ha avanzado en los próximos pasos del proceso judicial. La próxima audiencia tendrá lugar el 17 de marzo y marcará el inicio de lo que el presidente de la Corte, Giuseppe Pignatone, denominó “el verdadero juicio” con el primer interrogatorio del cardenal Giovanni Angelo Becciu. En un auto de unas cuarenta páginas, leído esta mañana en el salón de actos de los Museos Vaticanos, Pignatone rechazó todas las solicitudes de sobreseimiento presentadas por los abogados defensores desde el 27 de julio hasta la audiencia de ayer, que se prolongó durante más de tres horas. La ordenanza: toda pretensión de defensa rechazada.
La orden: Argumentos de la defensa rechazados
El panel de jueces respondió a cada una de las excepciones presentadas por los abogados defensores, afirmando que muchas eran “infundadas”, “inadmisibles” o “irrelevantes”. Se rechazaron las objeciones a la falta de depósito de documentos, la nulidad del decreto de citación, la inclusión de la Secretaría de Estado, IOR, APSA, ASIF como querellantes civiles, las omisiones en los documentos depositados o los rescriptos del Papa.
Un proceso justo
En cuanto a las “presuntas violaciones al debido proceso”, la orden señala que “el sistema vaticano respeta plenamente las indicaciones contenidas en el artículo 6 de la Convención Europea sobre Derechos humanos en cuanto al debido proceso. Al respecto, Pignatone se refirió a dos sentencias, la del Tribunal de Casación italiano, que anuló la prisión preventiva del financiero Gianluigi Torzi, y la del Tribunal Federal Suizo, que confirmó la incautación del corredor Raffaele Mincione en apelación, porque ambos refutó la acusación de que en el Vaticano, debido a su estructura institucional única, los principios del “debido proceso” no existen. Son precisamente estas dos sentencias las que reconocen la independencia de los jueces vaticanos, haciendo así “totalmente injustificadas y fuera de lugar las definiciones de 'juicio especial' y 'tribunal especial'” utilizadas por algunos defensores.
Respuesta de la defensa
Los abogados de los acusados han dicho que tienen la intención de impugnar esta orden, diciendo que la Corte del Vaticano basó su posición no solo "en la observancia de las leyes", sino también en los cuatro rescriptos del Papa, que afirmaron que "son actos de valor normativo, pero ciertamente no las leyes”.
El presidente Pignatone pidió entonces que se informara a la Corte de los acusados que tenían intención de ser interrogados. La solicitud llevó a varios abogados a afirmar que querían “primero tener material claro”. Es decir, un peritaje sobre las copias forenses “para evaluar la correspondencia entre el material incautado y lo reproducido en las actas”. El pedido de obtener el material informático incautado a monseñor Alberto Perlasca, considerado el principal testigo, ha sido realizado por muchos. El presidente Pignatone aclaró que la Corte “no tiene competencia para decidir sobre cosas incautadas pero no depositadas” e invitó a la Promotora de Justicia, representada hoy en la corte por Roberto Zannotti, a proceder con las solicitudes de copias de el material. La Promotora de Justicia se reservó el derecho de evaluar “cualquier solicitud” de copias y entregarlas si es posible antes del 7 de marzo.
La mayoría de los abogados han expresado su disposición a permitir los interrogatorios de sus clientes, con excepción de los abogados de tres acusados: Raffaele Mincione, Gianluigi Torzi y Cecilia Marogna. El defensor de este último, Fiorino Ruggio, explicó que su cliente le había señalado un vínculo de secreto con la Secretaría de Estado vaticana, el Estado italiano y la OTAN. La Corte del Vaticano, aclaró Pignatone, puede escribir a la Secretaría de Estado para pedir aclaraciones, pero no a terceros, especialmente la OTAN al señalar que en este momento está “ocupada con otros asuntos”. Ruggio respondió señalando que si la OTAN la libera del voto de secreto, ella seguirá estando obligada por él; y agregó que Marogna “teme por su seguridad personal”.
Cardenal Becciu será interrogado
Por lo tanto, la primera persona en ser interrogada el 17 de marzo será el cardenal Giovanni Angelo Becciu, el único acusado presente en el tribunal esta mañana. El cardenal responderá preguntas solo sobre el envío de fondos a la diócesis sarda de Ozieri ya la cooperativa “Spes”, que estaba dirigida por su hermano. Se espera que el cardenal sea interrogado más adelante con respecto al asunto del “asunto del edificio de Londres” y el “asunto de Marogna”. El cardenal Giovanni Angelo Becciu comentó al margen de la audiencia, diciendo: “Finalmente estamos comenzando, ahora puedo hablar”.
En conclusión, el presidente de la Corte, Pignatone, solicitó a las partes que presentaran solicitudes de prueba para la próxima audiencia, pero no respecto de los testigos. Otras audiencias están programadas para el 18, 29 y 30 de marzo y para el 5 y 6 de abril.
Traducción de trabajo, extractos del artículo original en italiano
