Por esta razón, la Grupo de Respuesta a Crisis Globales sobre Alimentos, Energía y Finanzas se estableció para garantizar un liderazgo político de alto nivel; adelantarse a los desafíos de seguridad alimentaria, energía y financiamiento; e implementar una respuesta global coordinada, informó a los participantes.
Desafíos de desarrollo
El presidente del Consejo Económico y Social, Collen Vixen Kelapile, puso al día a los asistentes sobre una serie cada vez mayor de crisis mundiales interrelacionadas que subrayan que ningún país, rico o pobre, es inmune a los choques externos.
Explicó que los ODS enfrentan quizás la "mayor amenaza" desde su adopción. COVID-19 ha exacerbado tendencias que “contribuyen a efectos cataclísmicos” en el desarrollo, dijo, y los más pobres y vulnerables son los más afectados.
"Millones de personas en todo el mundo se han hundido cada vez más en la pobreza extrema. La desigualdad está aumentando y la brecha entre los países desarrollados y en desarrollo está creciendo”, dijo el alto funcionario de la ONU.
Otras preocupaciones apremiantes
Al mismo tiempo, señaló los impactos de las emisiones de carbono en el clima global, junto con una crisis geopolítica que está impulsando los flujos de refugiados, provocando graves interrupciones en las cadenas de suministro mundiales de productos básicos y también contribuyendo a la inseguridad alimentaria en algunas partes del mundo. .
Por otro lado, Las tendencias macroeconómicas que afectan a los países menos adelantados y de bajos ingresos han sido “graves”, según el Sr. Kelapile, quien explicó que mientras las naciones desarrolladas financiaban la recuperación de la pandemia mediante préstamos a bajo costo, los Estados en desarrollo enfrentaban una barrera del costo del servicio de la deuda, lo que limitaba su capacidad para invertir en infraestructura, vivienda y servicios sociales.
Más de la mitad de estos países frágiles se encuentran ahora en situación de sobreendeudamiento o corren el riesgo de sufrirlo, mientras que muchos están experimentando una recuperación económica lenta, en la que las estimaciones indican que uno de cada cinco permanecerá por debajo de los niveles previos a la pandemia para fines de 2023.
Estos países se ven agravados por los continuos obstáculos para acceder a vacunas, terapias y diagnósticos, fundamentales para poner fin a la pandemia.
“A la luz de estos desafíos complejos, la cooperación internacional, la solidaridad global y el multilateralismo siguen siendo la forma más segura de resolver estos desafíos globales," él afirmó.
La plataforma que necesitamos
Tomando nota de su participación universal, el Consejo Económico y Social El presidente describió el Foro como “la plataforma global que necesitamos para avanzar en la acción sobre estos desafíos”.
Como Foro que “nos une”, y con un historial de “brindar consenso”, pidió un “resultado ambicioso, que demuestre la solidaridad de los Estados miembros en estos tiempos difíciles”.
“Solo a través de una acción urgente y coordinada podemos movilizar los recursos que cambiarán la trayectoria, sacarán a las personas de la pobreza extrema, evitarán los peores efectos del cambio climático y lograrán los Objetivos de Desarrollo Sostenible," Él concluyó.