Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) descifraron misteriosos jeroglíficos en una vasija de cerámica descubierta durante excavaciones arqueológicas.
Según el sitio web del INAH, se trata de una embarcación descubierta por arqueólogos como parte del proyecto de investigación Tren Maya. Este tren viajó por Yucatán e hizo paradas durante las cuales los arqueólogos excavaron. La vasija jeroglífica fue descubierta durante excavaciones arqueológicas cerca del pueblo de Maxcanu. Estuvo ubicado en un edificio levantado en la época prehispánica. El artefacto data del período clásico tardío (600-800 dC).
El desciframiento de los jeroglíficos permitió establecer que toda la historia cayó en manos de científicos. Está dedicado a Cholom, una figura histórica. Perteneció a la élite maya, su nombre ya se ha encontrado en artefactos en la antigua ciudad de Oxkintock. Se informa que los 11 glifos del cartucho del contenedor indican que Cholom ocupaba el cargo de sadjal o heraldo. Este era un noble cuyo trabajo era hacer públicas las órdenes del gobernante. “Sajal es quien transmite”, dijo la coautora del estudio, la arqueóloga Ileana Ancona Aragón. Los científicos aún no han establecido qué función realizó el recipiente en sí, así como la placa que se encontró "completa" con él. Por cierto, en el Museo Regional de Antropología de Yucatán, en Mérida, se guarda otra vasija que también contiene un glifosato de Choloma. En este caso, fue identificado como un uylul, es decir, un “oyente”.