La pintura corporal y facial data de al menos 10,000 años. Según Plinio el Viejo, incluso hace 2,000 años, los romanos usaban productos naturales de maneras que nos son familiares hoy en día: tenían rubor, desodorantes, tintes para el cabello, ungüentos antiarrugas, refrescantes para el aliento y más.
A lo largo de los años, quienes han usado cosméticos han atraído las miradas de admiración de los demás por varias razones, a veces rituales o con motivo de diversos honores, pero la mayoría de las veces, y especialmente en los tiempos modernos, el contexto siempre ha sido sexual.
¿Usar maquillaje realmente afecta cómo nos tratan los demás? Incluso si es más fácil aceptar que el maquillaje afecta la impresión que los demás tienen de nosotros, ¿realmente anima a la otra persona a dar el primer paso?
Un estudio del psicólogo social Nicolas Gugen arroja una luz interesante al respecto. Usó a dos mujeres que estaban sentadas en un bar en Francia, en el primer caso con maquillaje y en el segundo caso sin maquillaje. En ambos casos se sentaron y esperaron a que los hombres les hablaran.
Cuando un hombre trató de iniciar una conversación, la mujer declinó cortésmente la invitación con la excusa de que esperaban amigos y les hizo señas a los científicos. El procedimiento se repitió 60 veces durante una hora en dos bares diferentes. Aquí están los resultados:
Sin maquillaje: el primer intento de contacto con ambas mujeres fue después de un promedio de 23 minutos, y luego hubo intentos en promedio 1.5 veces por hora.
Con maquillaje: el primer contacto se realizó después de un promedio de 17 minutos y el promedio de intentos posteriores fue de 2 por hora.
Estos resultados ciertamente muestran que el maquillaje desempeñó un papel importante en el cambio del comportamiento de los hombres, con un tercio más de hombres que intentaron conversar con mujeres cuando estaban maquilladas.
Sin embargo, vale la pena señalar los siguientes detalles. Usar maquillaje puede haber dado a las mujeres más confianza y, por lo tanto, inconscientemente cambió su comportamiento para atraer a más hombres. Y, en segundo lugar, la prueba se realizó en Francia, y es muy probable que la cultura positiva de otros países dé resultados diferentes en otros lugares.
Foto de Tima Miroshnichenko: