Todas las personas con una mente, un corazón y un alma abiertos son bienvenidos a la nueva mezquita y centro islámico en Sisak, independientemente de su religión, dijo el imán jefe de Sisak, Alem Crankic, a la agencia de noticias Hina en la víspera de la ceremonia de inauguración del complejo religioso, para el cual el jueves también llega el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
El nuevo centro islámico ocupará una superficie de unos 2,600 metros cuadrados y es el tercer centro islámico de Croacia tras los de Zagreb y Rijeka. En Croacia, también hay una mezquita más pequeña en Gunja, que es la primera y más antigua del país, y un centro islámico más pequeño en Umag, informaron el portal bosnio Klix y la agencia de noticias Hina, citado por BTA.
Ya el fin de semana posterior a la apertura, el Centro organiza jornadas de puertas abiertas para que los residentes de Sisak y otras partes interesadas puedan visitarlo.
Una quinta parte del complejo es un lugar de oración, y los aproximadamente 2,000 metros cuadrados restantes están destinados a todos los visitantes.
“Si los musulmanes quisieran construir este edificio por sí mismos, solo construirían una mezquita. Damos la bienvenida a todas las personas con una mente, un corazón y un alma abiertos, independientemente de su afiliación religiosa, todos los que están abiertos a reunirse y conocer a los demás”, enfatizó el joven imán.
Además del área de oración, el Centro cuenta con aulas polivalentes pensadas para estudiantes de religión y otras formas de aprendizaje, como la cultura islámica. También hay un restaurante con especialidades islámicas y un gran centro de convenciones que puede albergar conferencias interreligiosas.
También hay una “sala de sofás – un espacio para el descanso y la comunicación” donde los visitantes podrán leer en un ambiente oriental con una bebida caliente.
Una característica de la mezquita en Sisak es su eficiencia energética, por lo que se la llama la primera "mezquita ecológica" en esta parte de Europa. El centro cuenta con bombas de calor, placas solares y una planta fotovoltaica de 30 kilovatios hora.
Crankic señala que está especialmente contento de que la mezquita también tenga un aspecto ecológico, porque la humanidad está “recibiendo cada vez más advertencias sobre hasta qué punto es su propio enemigo y cómo se destruirá a sí misma” si no piensa en el ambiente.
Foto de Yağmur Baltacı:
