Después de detenerse en el intento de lanzamiento de Artemis I de la NASA el sábado 3 de septiembre debido a un fuga de hidrogeno, los equipos de ingeniería han decidido reemplazar un sello en la plataforma de lanzamiento. El sello está en una interfaz, llamada desconexión rápida, entre el hidrógeno líquido línea de alimentación de combustible en el lanzador móvil y el cohete Space Launch System (SLS).
Realizar el trabajo en la plataforma de lanzamiento requiere que los técnicos configuren un recinto alrededor del área de trabajo para proteger el hardware del clima y otras condiciones ambientales. Sin embargo, permite a los ingenieros probar la reparación en condiciones criogénicas o muy frías. Otra ventaja de realizar el trabajo en la plataforma es que permite a los equipos recopilar la mayor cantidad de datos posible para comprender la causa del problema. Los equipos de ingeniería pueden devolver el cohete al edificio de ensamblaje de vehículos (VAB) para realizar trabajos adicionales que no requieran el uso de las instalaciones criogénicas que están disponibles solo en la plataforma.
La NASA necesitaría hacer rodar el cohete y la nave espacial de regreso al VAB antes del próximo intento de lanzamiento para restablecer las baterías del sistema a fin de cumplir con el requisito actual de Eastern Range para la certificación del sistema de terminación de vuelo.
Además, los equipos también revisarán las cubiertas de las placas en otras interfaces umbilicales para asegurarse de que no haya fugas en esos lugares. Hay siete líneas umbilicales principales y cada línea puede tener múltiples puntos de conexión.