#Rusia: La orden judicial para cerrar la organización de derechos humanos más antigua, el Grupo de Helsinki de Moscú, es otro golpe a los #derechoshumanos en medio de la represión de la libertad de prensa. Las autoridades deben cumplir con las obligaciones internacionales de derechos humanos y proteger la libertad de expresión y asociación: https://t.co/abo3Of8rDs https://t.co/7b87ZKsXNU
Derechos Humanos de la ONU
ONUDerechosHumanos
Enero
MHG fue fundado en 1976 por conocidos disidentes e informó sobre violaciones de derechos humanos en la antigua Unión Soviética (URSS) y más tarde en la Federación Rusa, señaló. Lleva el nombre de los acuerdos de Helsinki, un acuerdo internacional firmado por el Gobierno soviético que defendía los derechos y libertades fundamentales.
intervención del ministerio de justicia
Su cierre se basó en una demanda del Ministerio de Justicia alegando que la organización solo estaba registrada para defender los derechos humanos en Moscú, y no en otras partes del país, argumentando que, por lo tanto, carecía del registro correcto.
Según informes noticiosos, MHG siempre había tenido un mandato más amplio, y el grupo respondió al fallo diciendo que apelaría, calificando la medida de "desproporcionada" y prometiendo continuar con su trabajo.
La demanda contra MHG se basó en una inspección realizada por el Ministerio de Justicia el año pasado, que según el grupo fue ilegal.
'Represión a nivel nacional'
“Esta represión nacional contra el periodismo independiente y las voces disidentes se ha intensificado desde el ataque armado de la Federación Rusa contra Ucrania”, dijo la Sra. Hurtado.
Agregó que cualquier restricción a la libertad de opinión y expresión y la libertad de asociación, derechos fundamentales en las sociedades democráticas, “debe ajustarse a las estrictas pruebas de necesidad y proporcionalidad en la búsqueda de un propósito legítimo”.
Deja de amordazar a los reporteros
Las autoridades rusas deben abstenerse de actuar para cerrar la organización o de “informar sofocantemente” sobre temas serios de legítimo interés público.
Dijo que le corresponde al Gobierno “permitir el debate de voces diversas y plurales, dentro de la sociedad y en los medios, en línea con sus obligaciones de derechos humanos”.