Caritas Europa lanza hoy su nuevo análisis sobre la implementación de la Directiva de Protección Temporal (TPD), basado en una encuesta realizada en 21 países. La gran mayoría de los refugiados luchan por acceder a un alojamiento asequible y otros derechos. Pedimos apoyo continuo a todas las personas que necesitan protección.
Desde el comienzo de la guerra, más de 8 millones de personas han huido de Ucrania para buscar refugio en Europa. Caritas acoge con satisfacción la activación sin precedentes del TPD y estados de protección temporal similares en Europa que otorgan acceso inmediato a una serie de derechos, como permiso de residencia, salud, educación, alojamiento, acceso al mercado laboral y asistencia social. Sin embargo, persisten importantes barreras para acceder a estos derechos, como revelamos en nuestra nueva publicación. “La acogida de Europa a los refugiados de Ucrania y las lecciones aprendidas”.
Uno de los desafíos clave de nuestros hallazgos se relaciona con las dificultades para los refugiados en la transición de hosting familias a una vida independiente. Esto se debe a una aguda crisis inmobiliaria en todo Europa. Muchos refugiados también se encuentran en situaciones financieras difíciles con acceso limitado al apoyo del estado de bienestar. Las personas con discapacidad a menudo enfrentan desafíos administrativos adicionales y luchan por recibir los subsidios a los que tienen derecho.
Además, los servicios públicos de salud a menudo están restringidos y los servicios de emergencia son la única opción en muchos casos para recibir atención en varios países.
El difícil acceso a la educación y la escuela también plantea preocupaciones sobre la continuidad de la educación. El acceso directo al mercado laboral es uno de los beneficios clave de la TPD; sin embargo, en la práctica, los refugiados de Ucrania a menudo se ven obligados a aceptar trabajos poco calificados y mal pagados, por lo general por debajo de su nivel de calificaciones. La falta de guarderías y plazas de guardería también impide que las mujeres trabajen.
Estos desafíos dificultan la inclusión social, que se ve agravada por la incertidumbre sobre el futuro, incluido el estatus legal que recibirán las personas cuando finalice la protección temporal y cuando regresen a sus hogares. Ucrania será posible.
Desafíos para el futuro
La financiación limitada y el cansancio solidario nos hacen dudar del futuro apoyo a los refugiados de Ucrania, y mucho menos el esfuerzo necesario para superar los desafíos destacados anteriormente. Además, dado que los sistemas de asilo y recepción en muchos países ya están sobrecargados, nos preocupa que la voluntad política para apoyar a todos los refugiados en el EU está disminuyendo y que los gobiernos no se comprometerán con promesas ambiciosas para reasentar a las personas que necesitan protección.
Si bien nuestro análisis identifica algunos casos de trato diferenciado en función del país de origen de un refugiado, la fuerte acogida de los refugiados de Ucrania muestra que donde hay voluntad hay un camino. Por lo tanto, instamos a los gobiernos europeos a aprovechar las buenas prácticas que hemos identificado, como involucrar a las comunidades locales y la diáspora, tener procesos de registro eficientes, una amplia provisión de información y apoyo, un acceso más amplio al mercado laboral y procedimientos de reunificación más flexibles.
Maria Nyman, Secretaria General de Caritas Europa, declaró: