La dieta mediterránea: los científicos han examinado esta dieta popular a nivel celular y descubrieron que sus componentes específicos y posiblemente la dieta en general pueden aumentar la esperanza de vida hasta en un 35 por ciento.
Esta prometedora extensión de la esperanza de vida se demostró utilizando un modelo de organismos de laboratorio: gusanos. Pero lo más probable es que los efectos también existan en los humanos, argumentan los investigadores.
La dieta mediterránea ha ganado popularidad más allá de la región que le da nombre, a medida que surge más evidencia que refuerza su reputación como un plan de nutrición que promueve la longevidad y una excelente salud.
Las investigaciones muestran que las personas que se adhieren a los principios de la dieta mediterránea, que incluye el consumo abundante de alimentos de origen vegetal, pescado y la reducción de la ingesta de carnes rojas y productos lácteos, son generalmente más saludables en muchos aspectos y cuentan con una mejor esperanza de vida en comparación con aquellos que no siguen estos principios. Su salud general generalmente se evalúa en función de los niveles de riesgo de afecciones como enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes, demencia y vida útil promedio.
Sin embargo, los mecanismos específicos por los que la dieta mediterránea produce estos resultados aún no están claros. Si bien existe una gran cantidad de evidencia que respalda sus beneficios para la salud, las formas exactas en que las combinaciones específicas de los componentes de los alimentos pueden prolongar la vida humana siguen siendo inciertas.
Un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Stanford pretendía dar algunas respuestas investigando los efectos de la dieta mediterránea en la esperanza de vida a nivel celular. El estudio se centró en el impacto de un solo producto, una fuente de grasas saludables, en la vida útil de los nematodos (gusanos redondos).
Comprender este mecanismo es un logro significativo, según los investigadores. Puede proporcionar información sobre los efectos de varios tipos de grasas en la salud y ayudar a comprender por qué los hábitos alimentarios pueden contribuir a la longevidad.
“Generalmente se piensa que las grasas son perjudiciales para la salud. Pero algunos estudios han demostrado que tipos específicos de grasas o lípidos pueden ser beneficiosos”, comentó la genetista Anne Brunet de la Universidad de Stanford.
La dieta mediterránea, tal y como la definen sus directrices, es especialmente rica en grasas beneficiosas conocidas como ácidos grasos monoinsaturados. Estas sustancias se pueden encontrar en productos como nueces, pescado y aceite de oliva.
Una de las grasas saludables, el ácido oleico, se convirtió en el foco del estudio antes mencionado, donde los investigadores intentaron encontrar conexiones con la esperanza de vida en organismos de laboratorio. Vale la pena señalar que el ácido oleico es el principal ácido graso monoinsaturado que se encuentra en el aceite de oliva y ciertos tipos de nueces.
A través de sus observaciones de los efectos sobre el gusano redondo Caenorhabditis elegans, el equipo descubrió dos ventajas del ácido oleico: en primer lugar, protege las membranas celulares del daño causado por la oxidación de lípidos y, en segundo lugar, aumenta los niveles de dos componentes celulares principales llamados orgánulos.
Este efecto resultó ser significativo: los gusanos redondos alimentados con ácido oleico vivieron aproximadamente un 35 por ciento más que los alimentados con una dieta tradicional.
Un tipo de orgánulo, las gotas de lípidos, que actúan como reservorios de grasas, desempeñaron un papel crucial en el cálculo preciso de la cantidad de días que sobreviviría un gusano y se relacionaron directamente con su esperanza de vida.
Las gotitas de lípidos participan en los procesos metabólicos ayudando a regular la utilización de las grasas, convirtiéndolas en energía celular.
Los bioquímicos explicaron que la cantidad de gotas de lípidos en ciertos gusanos puede servir como un indicador de su vida útil restante. Los gusanos con una mayor cantidad de gotas de lípidos tienden a vivir más tiempo en comparación con aquellos con menos gotas.
Los investigadores alimentaron a los gusanos redondos con ácido oleico o ácido elaídico, un ácido graso trans monoinsaturado que se encuentra en la margarina y en los alimentos procesados. A pesar de sus estructuras moleculares similares, estos dos ácidos tienen efectos fundamentalmente diferentes sobre la salud.
Las grasas trans, como el ácido elaídico, se consideran grasas no saludables o "malas", ya que aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas, demencia y otros problemas de salud, lo que reduce la esperanza de vida.
Se confirmó que los gusanos que fueron alimentados con ácido oleico mostraron un aumento en la presencia de gotas de lípidos dentro de sus células intestinales, y esta ocurrencia está directamente relacionada con una prolongación de su vida útil.
Por otro lado, los gusanos se alimentaban de ácido elaídico no experimentó un aumento en las gotas de lípidos y no extendió su vida útil.
Cuando los científicos bloquearon el gen responsable de producir proteínas involucradas en la formación de gotas de lípidos en los gusanos redondos, el efecto de una mayor esperanza de vida desapareció.
Tanto las gotas de lípidos como los peroxisomas eran más abundantes en los gusanos más jóvenes y sus niveles disminuían con la edad, según los investigadores.
La abundancia de gotas de lípidos y peroxisomas varía según las características inherentes, pero los gusanos que naturalmente tenían más de estos orgánulos vivieron más tiempo, de manera similar a los efectos del ácido oleico.
El ácido oleico no solo afecta a los orgánulos, sino que también protege las células al inhibir la oxidación de los lípidos, una reacción química que daña las membranas celulares. Por el contrario, el efecto del ácido elaídico es opuesto, ya que promueve la oxidación y compromete la integridad celular, lo que conduce a una menor esperanza de vida.
Esta es la conexión entre la dieta y la longevidad, según los investigadores que intentaron explicar en detalle por qué y cómo los componentes específicos de la dieta mediterránea pueden prolongar la vida.
Las conclusiones extraídas por los investigadores pueden ser útiles para mejorar las pautas dietéticas. También pueden proporcionar información sobre cómo combatir eficazmente los procesos de envejecimiento al imitar la protección contra la oxidación proporcionada por el ácido oleico.
Sin embargo, los investigadores reconocen que estos hallazgos actualmente deben considerarse descubrimientos prometedores que requieren más estudios exhaustivos para determinar si se pueden obtener resultados similares al observar a los humanos en términos de mejorar su esperanza de vida.
Escrito por Alius Noreika
Referencia: ScienceAlert