Libertad religiosa / Libertad de religión o creencias /
Buenos días a todos.
Saludo y agradezco a “Ayuda a la Iglesia Necesitada” la extraordinaria labor que ha realizado desde 1947 y el gran servicio que presta a las instituciones, los medios de comunicación y la opinión pública con la publicación de su Informe sobre la Libertad Religiosa.
La libertad religiosa es un derecho natural y precede a toda formulación jurídica porque está inscrita en el corazón del hombre.
Es un derecho proclamado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos pero, por desgracia, sigue siendo pisoteado en demasiadas naciones del mundo y, con demasiada frecuencia, en una indiferencia casi total.
Así sucede que tantos hombres, mujeres y niños no sólo tienen que sufrir el dolor de que se les niegue el derecho a profesar su fe, sino también la humillación de ser olvidados. Y esto es doblemente inaceptable porque guardar silencio sobre la negación de la libertad religiosa equivale a ser cómplice de ella. No tenemos la intención de hacer esto.
Es deber de todos defender la libertad religiosa, pero para llevar a cabo este compromiso es necesario conocer datos y números, comprender a fondo el escenario en el que nos movemos, tener en la mirada y en el corazón las historias de los que sufren. abuso, persecución, violencia.
Esto es lo que vi en los ojos de Maria Joseph y Janada Markus, dos mujeres cristianas nigerianas muy jóvenes víctimas de la ferocidad de los terroristas de Boko Haram. Las conocí en el Día de la Mujer y me quedé sin aliento por su valentía, su fuerza y su dignidad. Fue un encuentro que no olvidaré y me dejó grandes lecciones.
Por eso el Informe de ACN es tan valioso porque no hace análisis ni razonamientos abstractos sino que llega al corazón de la persecución y la discriminación, al corazón de las víctimas, de su historia y de su vida.
Es un poco como una guía para trazar un curso de acción. Una de ellas es muy clara: la libertad religiosa no es un derecho de segunda, no es una libertad que viene después de otras o incluso puede ser olvidada en beneficio de autodenominadas nuevas libertades o derechos.
Del mismo modo, no podemos olvidar otro fenómeno que afecta a las sociedades más desarrolladas. El Papa Francisco nos ha advertido del peligro de una persecución cortés, disfrazada de cultura, modernidad y progreso, que en nombre de un mal entendido concepto de inclusión limita la posibilidad de los creyentes de expresar sus convicciones en el ámbito de la vida social.
Es un análisis que comparto porque es profundamente erróneo pensar que para acoger al otro hay que negar la propia identidad, incluida la religiosa. Sólo si eres consciente de quién eres puedes dialogar con el otro, puedes respetarlo, conocerlo en profundidad y sacar un enriquecimiento de ese diálogo.
Pero no debemos, por supuesto, olvidar el primer tipo de persecución, la persecución material que aqueja a muchas naciones del mundo, realidad sobre la que debemos abrir los ojos y actuar ahora, sin perder más tiempo. Es lo que pretende hacer y ha comenzado a hacer el Gobierno, empezando por la convocatoria de más de 10 millones de euros para financiar intervenciones a favor de las minorías cristianas perseguidas, desde Siria hasta Irak, desde Nigeria hasta Pakistán. Un primer paso al que seguirán muchos otros.
El Papa Benedicto XVI nos recordó que la libertad religiosa es un bien esencial que pertenece al núcleo de los derechos humanos, a esos derechos universales y naturales que la ley humana nunca puede negar y que exige el máximo compromiso de todos, de nadie excluido.
Italia puede y debe dar ejemplo. Italia tiene la intención de dar ejemplo, a nivel europeo e internacional. Esta es una de nuestras muchas misiones.
Gracias a todos y buen trabajo.