El ministro estonio del Interior y líder del Partido Socialdemócrata, Lauri Laanemets, tiene intención de proponer que el Patriarcado de Moscú sea reconocido como organización terrorista y, por tanto, prohibido de operar en Estonia.
Así lo afirmó el miembro del gobierno el jueves por la noche en el programa “First Studio” del canal de televisión ETV. Según el ministro, basándose en los conocimientos del Ministerio del Interior y en la evaluación que acaba de recibir de la policía de seguridad, no le queda más remedio que tomar medidas él mismo para romper los vínculos entre la Iglesia ortodoxa estonia y el patriarca de Moscú. .
“Dado el contexto disponible, yo, como Ministro del Interior, no tengo más remedio que proponer que el Patriarcado de Moscú sea declarado terrorista y apoye el terrorismo en sus actividades. Como resultado, el Ministro del Interior podrá acudir a los tribunales y proponer que se ponga fin a las actividades de la organización eclesiástica que opera aquí. Esto no afectará a los feligreses, no significa que se cerrarán las iglesias, pero sí que se romperán los vínculos con Moscú”, dijo el ministro.
"Tenemos que darnos cuenta de que hoy el Patriarcado de Moscú está subordinado a Vladimir Putin, quien en esencia dirige la actividad terrorista en el mundo", subrayó el político.
Según Laanemets, en los últimos dos años, las fuerzas del orden han tenido que llamar varias veces a representantes de la Iglesia Ortodoxa Estonia al MP por motivos de seguridad. Sin embargo, añadió que la reciente declaración del Consejo Mundial del Pueblo Ruso bajo los auspicios de la Iglesia Ortodoxa Rusa y Patr. Cyril, que la guerra de Rusia contra Ucrania es “santa”, ha elevado la situación a un nuevo nivel. "Si hacemos un paralelo, el patriarca y el patriarcado que ahora opera en Moscú no se diferencian de los terroristas islámicos que afirman estar librando una 'guerra santa' contra el mundo occidental y sus valores", señaló el ministro.
El parlamentario ya reaccionó a la declaración de Laanemetz, afirmando que “han regresado los tiempos oscuros de las guerras religiosas y la caza de brujas”. "Es obvio para cualquier persona en su sano juicio que el Patriarcado de Moscú no participa en actividades terroristas", dijo María Zakharova, portavoz del Kremlin.
Al mismo tiempo, en Rusia, la acusación de actividad terrorista o de apoyo al terrorismo es un método de represión política ampliamente utilizado. El diácono Andrey Kuraev recuerda que los testigos de Jehová prohibidos en Rusia están acusados de actividad terrorista, así como cientos de personas que expresaron públicamente su dolor por la muerte de Navalny. “Todos los días en Rusia llegan noticias de represión contra personas que toda persona en su sano juicio sabe que no están involucradas en actividades terroristas. Pero el Patriarcado de Moscú no estaba entusiasmado con esto”, escribió en su blog.