“La guerra siempre es destructiva. ¡Permanecer en silencio ante la crueldad de la guerra es vergonzoso! Es nuestro deber y misión proteger y promover la paz. “Bienaventurados los que hacen la paz” (Mateo 5:9). Con estas palabras comenzó Su Santidad el Patriarca Ecuménico Bartolomé su breve discurso ante la Cumbre Internacional por la Paz en Ucrania, al que asistieron líderes y representantes de cerca de un centenar de países y organizaciones internacionales, y que tuvo lugar los días 15 y 16 de junio de 2024, en el balneario de Bürgenstock, Suiza.
El Patriarca subrayó la importancia y el valor del diálogo que, según sus palabras, es el motor de esta conferencia.
Respecto a la concesión de autocefalia a la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, destacó que el Patriarcado Ecuménico respondió a las “necesidades pastorales de los creyentes ortodoxos en Ucrania”: “El 5 de enero de 2019, en respuesta a las necesidades pastorales de los creyentes ortodoxos en Ucrania, el Patriarcado Ecuménico decretó la Iglesia Ortodoxa de Ucrania como entidad eclesiástica autocéfala o autónoma independiente del Patriarcado de Moscú. Y lo hicimos a pesar de todas las dificultades y a cualquier precio, porque creemos firmemente que los cristianos ortodoxos en Ucrania merecen su propia voz en la iglesia. Todos estamos aquí para apoyar una paz justa y duradera en una Ucrania soberana. Que Dios descanse en paz a todos los que trágicamente perdieron la vida y dé fuerza a todos los que defienden la paz”.
Según un comunicado de prensa, durante la cumbre el Patriarca Ecuménico tuvo la oportunidad de reunirse y conversar con los presidentes de Ucrania, Volodymyr Zelensky, Francia, Emmanuel Macron y Georgia Salomé Zourabishvili, con el Primer Ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, el Secretario de Estado del Vaticano, monseñor Petro Parolin, con Hakan Fidan, Ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, y otros.
Un detalle interesante del panorama del encuentro es el intento de crear un “problema” en torno a la participación del Patriarca Ecuménico, que asistió al encuentro como representante de Turquía, pero con la bandera del Patriarcado. Turquía estuvo representada por su ministro de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, y por el patriarca Bartolomé. Lo más destacado de la cobertura de la “participación de la iglesia” en la reunión en los medios de comunicación prorrusos fue el estatus del patriarca, que participó con el título de Patriarca Ecuménico. En Turquía, sin embargo, su estatus sólo se reconoce como “Patriarca griego de Fener”. La presencia de su firma como “Patriarca Ecuménico” en la declaración general llevó a las autoridades turcas a enfatizar nuevamente que no reconocen al Patriarca Bartolomé tal título y papel en la ortodoxia mundial heredado del Imperio Bizantino, y él es solo el jefe. de la “minoría religiosa griega” en el país y sólo puede representarlo. El Ministro de Asuntos Exteriores turco también negó haber tenido un encuentro personal oficial con el patriarca en el marco de la conferencia. Esta posición impresiona particularmente la política rusa encaminada a comprometer y menospreciar el papel del Patriarcado Ecuménico en todos los niveles y en todas las ocasiones.
Los medios turcos también señalaron que el Vaticano, que asistió en calidad de observador a través de su secretario de Estado, no firmó la declaración conjunta firmada por Turquía. Sudáfrica, Arabia Saudita, India, Sudáfrica, Tailandia, Indonesia, México y los Emiratos Árabes Unidos no firmaron la declaración. Hasta la fecha, la declaración ha sido firmada por setenta y nueve países y seis organizaciones internacionales.