El 8 de julio la Iglesia Ortodoxa honra la memoria del gran mártir Procopio. En la creencia popular, el santo es el patrón de los apicultores y se le conoce como Procopio el Apicultor.
San Procopio nació en Jerusalén en la segunda mitad del siglo III y antes de ser bautizado llevaba el nombre de Neanius. Su madre era pagana y lo crió en sus creencias paganas, y luego lo puso al servicio del emperador Diocleciano. Lo nombró gobernador de la ciudad de Alexandretta en Siria y le ordenó perseguir y castigar estrictamente a los cristianos si no renunciaban a su fe y a Jesucristo y no querían adorar ídolos. Porque Diocleciano consideró el fortalecimiento de lo pagano. religión importante para fortalecer el poder estatal en el vasto imperio.
Neanius ya había quedado impresionado por la bondad y la vida ejemplar de muchos cristianos y, por tanto, no estaba convencido de la rectitud del decreto imperial, pero tenía que ejecutarlo. Sin embargo, en el camino a Alexandretta, se levantó una fuerte tormenta y vio una cruz brillante en el aire, escuchó una voz que lo llamaba a la fe en Cristo. Por otro lado, el joven caudillo fue animado por su madre a continuar con los sacrificios a los ídolos. Y cuando Neanius finalmente le dijo que estaba dispuesto a aceptar el cristianismo, la madre se quejó ante el emperador por su hijo. Diocleciano se enojó y ordenó para la edificación castigar a Neanius que se había desviado del paganismo al cristianismo.
Se mantuvo firme en su fe cristiana, dispuesto a ir hasta la muerte por causa de Cristo. Fue arrojado a un calabozo, donde comenzaron las torturas, alternando con la persuasión para que renunciara a la fe. Los cristianos locales lo ayudaron a ser bautizado en la celda con el nombre de Procopio (“próspero”). Al ver la fe y la valentía del confesor, algunos soldados y ciudadanos destacados también se dirigieron a Cristo. Pero ellos también fueron inmediatamente castigados severamente con la decapitación. Finalmente, el gran mártir Procopio también fue cortado con una espada. Esto sucedió en el año 303.
Foto ilustrativa: San Gran Mártir Procopio († 303), santo patrón de los apicultores. Fresco de Manuel Panselinos en la Iglesia de la Protata en Kareia, Monte Athos. La Iglesia Ortodoxa lo celebra el 8 de julio.