En febrero de 2024, el obispo de Bukoba y Tanzania occidental Crisóstomo (Maydonis) del Patriarcado de Alejandría asumió el liderazgo interino de la recién creada Diócesis de Ruanda. Durante los primeros meses de su ministerio, el célebre misionero habló con dolor de la destrucción de la misión ortodoxa en este país africano:
“Muchas iglesias locales del Patriarcado de Alejandría sufrieron la incursión de la Iglesia rusa en nuestra jurisdicción, lo que tuvo graves consecuencias. Pero en Ruanda, donde la Iglesia Ortodoxa era muy joven, el resultado es doloroso, mientras que en los países africanos más grandes las consecuencias no son tan visibles. En Ruanda, la misión ortodoxa fue iniciada en 2012 por el respetado ex obispo de Burundi y Ruanda Innocent. El anciano obispo, que tenía dos países bajo su jurisdicción, hizo grandes esfuerzos para arraigar la ortodoxia en este país convulsionado. En los últimos años, ha atraído a muchos partidarios de la misión de la iglesia de Grecia, pero también clérigos y laicos de Rumania y del vecino Congo.
La organización “Cristo en África” de Rumania ayudó a la misión ortodoxa en el país con voluntarios y económicamente. Llegaron clérigos de Rumania que se establecieron allí y ayudaron eficazmente construyendo templos y realizando obra misional. Poco a poco también se ordenaron sacerdotes locales y la ortodoxia se hizo conocida en Ruanda. Y así, esta joven iglesia trató de resistir hasta que la corriente salvaje del “mundo ruso” la arrasó y la convirtió en ruinas. De los diez sacerdotes y tres diáconos locales, seis sacerdotes y un diácono fueron arrancados por la fuerza de su iglesia comprando su conciencia con un salario más alto. Quedaron cuatro sacerdotes y dos diáconos. Los cristianos se dispersaron. La ortodoxia se debilitó, perdió la confianza del Estado y la sociedad ruandeses, y el anciano obispo enfermo lamentó las ruinas de su causa. Por eso el Patriarca Teodoro de Alejandría elevó Ruanda a diócesis y envió a un representante patriarcal de la vecina diócesis de Bukoba para intentar restaurar esta iglesia. Estos son los resultados de discordias y guerras civiles, que desgraciadamente no son desconocidas para nuestra madre, la santa Iglesia ortodoxa, ¡cuyo cuerpo está cubierto de heridas por sus hijos sin sentido! El “pequeño rebaño” restante será la “masa” para la unificación de esta nación y de esta tierra con la Iglesia de Cristo, una, santa, conciliar y apostólica. Creemos que el Señor Crucificado y Resucitado resucitará a Su Iglesia Ortodoxa de la tumba de la discordia, también resucitará a la Iglesia en Ruanda y expulsará el horror de África”.
Nota: El obispo Crisóstomo (Maydonis) es un sacerdote misionero muy activo, conocido en muchas iglesias ortodoxas. Como archimandrita, trabaja en las diócesis del Patriarcado de Alejandría, especialmente donde sirven los obispos que son monjes de la Montaña Sagrada. Estaba ayudando a la misión ortodoxa en el Congo por invitación del metropolita local Nicéforo, hermano del pequeño “St. Anna” ermita del Monte Athos. También dirigió la actividad antisectaria de la Metropolitana de Tesalónica.
