Los osos blancos (polares) se separaron de sus parientes pardos hace sólo 70,000 años, relativamente recientemente según los estándares evolutivos, según un estudio danés.
Un equipo de ecólogos moleculares de la Universidad de Copenhague ha descubierto que fue en esta época cuando los osos polares desarrollaron características únicas que les permitieron sobrevivir en un entorno duro y helado.
En su estudio, publicado en la revista BMC Genomics, el equipo analizó los genomas de osos polares, osos pardos y una pareja de osos polares fosilizados. El objetivo de los investigadores era aprender más sobre la cronología asociada con el desarrollo de rasgos como el pelaje blanco y la capacidad de sobrevivir a una dieta rica en colesterol.
Investigaciones anteriores habían demostrado que los osos polares están estrechamente relacionados con los osos pardos, pero hasta ahora no se sabía cuándo divergieron las dos especies. Con este estudio, el equipo de Dinamarca se propuso encontrar la respuesta.
Algunas de las principales diferencias entre los osos pardos y los osos polares son el color de su pelaje, pero también los tipos de pelaje. Los osos pardos tienen una capa de pelaje y los osos blancos dos, lo que les ayuda a mantenerse calientes y secos.
Los osos polares también han desarrollado la capacidad de comer carne más grasa sin que les haga daño. Si los osos pardos fueran alimentados de esta manera, desarrollarían enfermedades cardiovasculares y morirían jóvenes.
Para saber más sobre cuándo divergieron las dos especies, el equipo analizó los genomas de las dos especies de osos, particularmente los genes relacionados con el tipo y color del pelaje y las funciones del sistema cardiovascular.
Al comparar los genomas de 119 osos polares, 135 osos pardos y la pareja de osos polares fosilizados, los investigadores encontraron diferencias que datan de hace unos 70,000 años, lo que sugiere que desarrollaron sus características únicas mucho antes de lo que se creía.
En concreto, el equipo encontró siete genes asociados con la adaptación a las condiciones polares. La comparación también muestra que la divergencia fue más gradual de lo que los científicos habían pensado.
El equipo de investigación concluyó que las diferencias en los genes relacionados con la adaptación de los osos polares probablemente fueron influenciadas por sus parientes que vivieron hacia el final de la última edad de hielo.