En el bulevar Waterloo de Bruselas, las iglesias de Scientology for Europe organizó una conferencia histórica centrada en la amabilidad, la paz y la comprensión entre comunidades diversas. Organizada bajo la dirección de eric roux, un defensor dedicado del diálogo y la armonía interreligiosos, el evento reunió una variedad de voces de diferentes culturas, religiones y orígenes. A través de discursos poderosos e intercambios significativos, la reunión enfatizó el papel crítico de la compasión y la colaboración para abordar los desafíos globales.
La bondad como base de la armonía
La conferencia se inauguró con un llamamiento a adoptar la bondad como principio universal. Eric Roux subrayó el poder transformador de las acciones sencillas pero profundas, como tratar a los demás con el mismo respeto y cuidado que uno desea. Los oradores señalaron que la bondad no solo mejora las interacciones individuales, sino que también tiene el potencial de curar las divisiones sociales y promover una cultura de respeto e inclusión.
En ese espíritu, se hicieron referencias a las enseñanzas morales de las tradiciones religiosas mundiales. Ya sea a través de templos budistas, iglesias católicas, sinagogas o mezquitas islámicas, el mensaje fue claro: las comunidades religiosas de todo el mundo poseen un inmenso potencial para unir a la humanidad a través de valores compartidos de empatía y generosidad.
El mensaje del cardenal: la compasión como imperativo moral
Un momento destacado del evento fue el discurso del cardenal Jozef De Kesel, cuyas reflexiones cautivaron a la audiencia. En su discurso, el cardenal destacó la responsabilidad moral de las personas y las instituciones de actuar como catalizadores de la paz. Basándose en su profundo conocimiento teológico y su experiencia pastoral, articuló la necesidad de unidad y compasión en un mundo cada vez más dividido por los conflictos y la incomprensión.
El cardenal De Kesel recordó a los asistentes que la fe debe servir como puente, no como barrera, para inspirar a las personas a superar los prejuicios y trabajar por el bienestar colectivo. También invitó al mundo a respetar y valorar las religiones, ya que el hombre es un ser religioso por naturaleza. Sus palabras resonaron como un poderoso recordatorio de que la paz comienza con la comprensión y que los actos de bondad pueden tener un efecto dominó y generar un cambio significativo.
"Es una tendencia que también existe en nuestra sociedad secularizada, la de marginar, privatizar, no tener en cuenta las religiones. Pero El hombre es un ser religioso, no porque sea necesariamente cristiano, como podría ser budista, judío, etc. Scientology, o de cualquier otra creencia, sino que busca el sentido de la existencia. Por eso es importante en nuestra cultura respetar y valorar las religiones.."
Cardenal Jozef de Kesel
Homenaje a Marc Bromberg: un legado de consolidación de la paz
El evento también sirvió como una oportunidad para honrar la vida y el trabajo de Marc Bromberg, un campeón de la paz y la reconciliación de 93 años, quien anunció su retiro.
La historia de vida de Bromberg, marcada por sus experiencias como sobreviviente del Holocausto, conmovió profundamente al público. Cuando era niño, huyó del París ocupado por los nazis y se convirtió en un incansable defensor del diálogo y el entendimiento entre las diferencias religiosas y culturales.
Presentado por Eric Roux con una mezcla de humor y admiración, Bromberg reflexionó sobre sus décadas de trabajo fomentando la colaboración interreligiosa y el respeto mutuo desde su posición en la Iglesia de Scientology, tras su encuentro con la filosofía religiosa desarrollada por L. Ronald Hubbard en la década de 1960. Destacó la importancia de los pequeños actos de bondad para derribar barreras y construir una cultura de paz. Su decisión de retirarse fue recibida con una efusión de gratitud y afecto por parte de los presentes, muchos de los cuales habían trabajado estrechamente con él.
Thomas Gergely: explorando la naturaleza de la humanidad
El profesor Thomas Gergely, reconocido académico y director del Instituto de Estudios del Judaísmo de la Universidad Libre de Bruselas (ULB), realizó una interesante presentación sobre la esencia de la humanidad. Cuestionó la esencialización de la religión, así como de los actos religiosos de confianza, como tal vez el factor más crítico en el sesgo y prejuicio contra el otro. Basándose en su amplio conocimiento y experiencia, Gergely ofreció una exploración profunda de la naturaleza humana, instando a la audiencia a reflexionar sobre lo que nos define como individuos y como especie, y cómo evitar ser dirigidos por nuestros propios sesgos cuando se trata de religiones.
Sus ideas, tanto intelectuales como profundamente humanas, unieron conceptos abstractos con implicaciones prácticas. Su discurso dejó a los asistentes con una sensación de enriquecimiento intelectual y responsabilidad moral.
Mujeres y jóvenes: pilares de la construcción de la paz
Las contribuciones de las mujeres y los jóvenes a la causa de la paz fueron otro punto central del evento. La señora Abdi Hafida, presidenta de la Asociación Esperanza y Sonrisa, compartió sus experiencias en defensa del bienestar familiar y la igualdad de género, y destacó la importancia de abordar las causas profundas de los conflictos, incluidas la desigualdad y el abandono sistémico.
Mientras tanto, el potencial creativo de la juventud se destacó a través de iniciativas como la exposición de arte. El mundo en el que quiero vivir, organizada por jóvenes ucranianos. La exposición, que incluye obras de niños de entre 7 y 17 años, ilustra la resiliencia y la esperanza de las generaciones más jóvenes, incluso frente a la adversidad.
Rkia Tiar, presidenta de la Red Europea de Mujeres de Fe, pronunció un discurso convincente que se centró en el papel vital de las mujeres en la consolidación de la paz y la necesidad de fomentar el diálogo interreligioso a través de la educación y la tecnología. Hizo hincapié en el sufrimiento particular de las madres en tiempos de guerra, señalando que su dolor trasciende las fronteras, ya que lloran a sus hijos en ambos lados de los conflictos. Tiar destacó las ideas innovadoras que su red ha explorado, como la creación de plataformas digitales para intercambios interreligiosos, la organización de experiencias culturales y religiosas inmersivas y el establecimiento de incubadoras para apoyar proyectos de paz que aborden desafíos sociales como la discriminación y las crisis de refugiados. También abogó por un mayor uso del arte, los medios de comunicación y la diplomacia religiosa como herramientas para promover la armonía. Tiar concluyó con un poderoso llamado a la acción, instando a la colaboración, la visibilidad en los medios de comunicación y la educación para las generaciones futuras para garantizar que la labor por la paz perdure.
Durante la conferencia, las intervenciones de Ines Wouters, Bhairavananda Sarasvati Swami y Chantal Vanderplancke aportaron profundidad y diversidad a los debates. Ines Wouters, destacada experta jurídica y practicante budista, destacó la importancia de salvaguardar las libertades fundamentales y fomentar el diálogo entre religiones y culturas, al tiempo que explicó que el budismo es un camino individual hacia una actitud no conflictiva y que la transformación de uno mismo puede transformar el mundo.
El Swami ofreció una perspectiva espiritual, recordando a los asistentes la sabiduría eterna que se encuentra en la filosofía hindú, que enfatiza la unidad, la compasión y la interconexión de todos los seres, pero también cómo el diálogo interreligioso e intercultural es la única manera de llegar a la comprensión, que conduce a la paz. Chantal Vanderplancke, doctora en teología de la Universidad Católica de Lovaina, compartió sentidas reflexiones sobre cómo la paz comienza con el corazón, haciéndose eco de la última encíclica del Papa Francisco, Dilexit Nros. (Sobre el amor humano y divino del Corazón de Jesucristo). Sus contribuciones combinadas enriquecieron la conferencia, mostrando la naturaleza multifacética de los esfuerzos por construir un mundo más pacífico y comprensivo.
Finalmente, Myriam Zonnekeyn, Directora de Asuntos Externos de la Iglesia de Scientology En Bélgica, hablaron sobre el día de la bondad y cómo la bondad es una forma de crear una cultura de paz entre personas que pertenecen a diversas culturas y tradiciones religiosas.
Al finalizar la conferencia, Eric Roux agradeció a todos los participantes por sus contribuciones y destacó la poderosa sinergia de voces diversas unidas por una visión compartida de bondad y paz. La reunión fue un testimonio de la creencia duradera de que la empatía y la comprensión pueden superar incluso las divisiones más profundas.
Con la mirada puesta en el futuro, los oradores destacaron la importancia de educar a la próxima generación sobre derechos humanos, la diversidad cultural y el valor del diálogo. Al fomentar estos principios, esperaban construir un mundo más compasivo y armonioso.