Las nuevas reglas para combatir la deforestación entrarán en vigor a fines de 2025, lo que brindará a las empresas tiempo adicional para adaptarse.
En una medida importante para abordar la deforestación global, el Parlamento Europeo ha votado para retrasar la implementación de nuevas regulaciones de la UE destinadas a prohibir la venta de productos vinculados a tierra deforestadaLas normas, que originalmente debían entrar en vigor a fines de 2024, se aplicarán ahora a partir del 30 de diciembre de 2025 para los grandes operadores y comerciantes, y a partir del 30 de junio de 2026 para las micro y pequeñas empresas.
La decisión de posponer la aplicación de la ley de deforestación fue aprobada con un apoyo abrumador en el Parlamento, con 546 votos a favor, 97 en contra y 7 abstenciones. El retraso se produce en respuesta a las preocupaciones planteadas por las empresas, EU Estados miembros y países no pertenecientes a la UE sobre su capacidad para cumplir plenamente los estrictos requisitos dentro del plazo original.
El reglamento, adoptado en abril de 2023, es una piedra angular de los esfuerzos de la UE para combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad al prohibir la venta de productos como el ganado, el cacao, el café, el aceite de palma, la soja, la madera y el caucho, que están vinculados a la deforestación. El consumo de la UE es responsable de alrededor del 10% de la deforestación mundial, y la producción de aceite de palma y soja representa la mayor parte de este impacto.
Un año de preparación para la ley de deforestación
La Comisión Europea propuso la prórroga de un año para dar a las empresas más tiempo para prepararse para las nuevas normas sin comprometer los objetivos del reglamento. La ponente del Parlamento, Christine Schneider (PPE, Alemania), destacó la importancia de este tiempo adicional para garantizar una transición fluida.
“Lo prometimos y lo cumplimos”, afirmó Schneider. “Hemos prestado atención a los reclamos de varios sectores que enfrentan dificultades y nos hemos asegurado de que las empresas, los silvicultores, los agricultores y las autoridades afectadas tengan un año adicional para prepararse. Este tiempo debe aprovecharse de manera eficaz para garantizar que las medidas anunciadas en la declaración vinculante de la Comisión, incluida la plataforma en línea y la categorización de riesgos, se implementen de manera coherente para crear una mayor previsibilidad en toda la cadena de suministro”.
Schneider también destacó la importancia de reducir las cargas administrativas para las empresas, particularmente en los países de bajo riesgo, e instó a la Comisión a cumplir sus compromisos.
Compromisos de la Comisión
Como parte del acuerdo, la Comisión Europea se ha comprometido a poner a disposición los sistemas de información y las propuestas de clasificación de riesgos necesarios antes del 30 de junio de 2025. Estas herramientas son fundamentales para garantizar que las empresas puedan cumplir con la normativa de manera eficiente. Está prevista una revisión general de las normas a más tardar el 30 de junio de 2028, durante la cual se estudiarán medidas adicionales para simplificar los procedimientos de cumplimiento.
El aplazamiento debe ahora ser aprobado por el Consejo y publicado en el Diario Oficial de la UE a finales de 2024 para que entre en vigor.
UN PROBLEMA MUNDIAL
La urgencia de regular la deforestación queda subrayada por las alarmantes estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que estima que entre 420 y 1990 se perdieron 2020 millones de hectáreas de bosque (una superficie mayor que la de la UE) por la deforestación. Los patrones de consumo de la UE desempeñan un papel importante en esta crisis, ya que más de dos tercios del impacto de su deforestación está vinculado a la producción de aceite de palma y soja.
El reglamento representa un paso audaz en la lucha de la UE contra la deforestación, con el objetivo de alinear sus prácticas de consumo con los objetivos globales de sostenibilidad. Al centrarse en productos básicos clave y exigir a las empresas que demuestren que sus productos no proceden de tierras deforestadas, la ley busca reducir la contribución de la UE al cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Ahora que el Parlamento ha aprobado el aplazamiento, la atención se centra en garantizar que el reglamento se aplique de forma eficaz. El Parlamento se ha comprometido a supervisar de cerca el proceso, asegurándose de que la Comisión cumpla sus promesas de reducir la burocracia y proporcionar las herramientas necesarias para el cumplimiento.
Mientras el mundo se enfrenta a las devastadoras consecuencias de la deforestación, la normativa de la UE constituye una prueba crítica de los esfuerzos globales por equilibrar el crecimiento económico con la sostenibilidad medioambiental. Si bien se ha concedido a las empresas más tiempo para adaptarse, el tiempo sigue corriendo para los bosques del planeta.