En noviembre, tras varios intentos fallidos, políticos de todo tipo aprobaron un proyecto de ley para revisar una legislación vigente desde 1887, que refleja una práctica profundamente arraigada que viola los derechos de los niños y adolescentes: según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF),UNICEF) Una de cada cinco niñas de entre 14 y 18 años está en unión.
“Esta aprobación ha sido posible porque hemos reunido el consenso de todos los partidos políticos”, destaca la senadora Clara López. “No solo implica una prohibición sino una política pública robusta que refleje los cambios de costumbres y concientice a la población sobre el gran daño que se le hace a los niños, niñas y adolescentes con los matrimonios y uniones”.
Activistas celebran la eliminación del matrimonio infantil en el Parlamento colombiano.
Promoviendo los derechos de los niños
“Queremos felicitar a Colombia por la magnífica noticia”, dice Bibiana Aido Almagro, jefa de ONU Mujeres en Colombia.
“Estas prácticas afectan gravemente los derechos a la vida, la salud, la educación y la integridad de las mujeres y las niñas e inciden negativamente en su desarrollo”.
Andrea Tague Montaña, oficial de género y desarrollo de UNICEF en Colombia, coincide en que la decisión es positiva.
“Los matrimonios infantiles y las uniones tempranas se entienden como prácticas nocivas que no sólo conducen a la violencia de género sino que además hacen que las víctimas, especialmente las niñas, caigan en la pobreza”, alerta. “Refuerzan la discriminación y la idea de que lo mejor que les puede pasar es casarse y tener hijos”.
Al entrar en una relación de poder desigual con parejas mayores, explica Montaña, las niñas tienen pocas oportunidades de decidir si quieren tener relaciones sexuales, cuántos hijos quieren tener o qué tipo de vida quieren llevar.
“Entran en escenarios en los que, en muchos casos, comienzan a cumplir roles de mujeres adultas. El trabajo infantil, el trabajo doméstico y el cuidado se convierten en sus tareas casi cotidianas”, añade la funcionaria de Unicef.
“Son niñas que dejan de estudiar, que pierden sus derechos al entrar en una unión temprana. Es importante hacer un llamado a la sociedad para que deje de normalizar las uniones tempranas porque esto es una vulneración de derechos. “Las niñas no dejan de ser niñas por vivir con un hombre”.
El proyecto de ley también establece acciones para fortalecer la política pública nacional de infancia y adolescencia, incluyendo medidas para restituir los derechos de niñas, niños y adolescentes afectados por matrimonios y uniones de menores, con especial énfasis en zonas rurales apartadas, asegurando la participación de los pueblos indígenas y otras comunidades vulnerables.
La nueva ley entrará en vigor una vez sea firmada por el presidente Gustavo Petro.