¿Cuando comienza la pubertad?
Esta es la etapa de la vida de tu mascota ronroneante en la que alcanza la madurez sexual. Las hormonas sexuales comienzan a formarse y este proceso comienza aproximadamente entre el tercer y el quinto mes de vida de tu gatito.
En las hembras se produce estrógeno, que controla el sistema reproductor femenino. Otra hormona importante es la progesterona. Prepara el útero para el óvulo fecundado, mantiene la gestación y favorece el desarrollo de las glándulas mamarias para la futura lactancia. Lo más probable es que tu gata entre en celo por primera vez entre el sexto y el duodécimo mes.
En los machos aparece la testosterona, responsable del desarrollo del aparato reproductor masculino. La mayoría de los gatos alcanzan la madurez sexual entre los cinco y siete meses.
Por supuesto, estos períodos dependen de muchos otros factores como la raza, el estilo de vida y el propio cuerpo del gatito. En general, se puede suponer que tu mascota ronroneante pasa por la pubertad en unos seis meses. Algunas razas alcanzan la madurez sexual antes, como los gatos siameses, abisinios y birmanos.
En los gatos de pelo largo, es más habitual que la madurez sexual se produzca más tarde. Esto se puede esperar de un Maine Coon o un Bosque de Noruega.
Señales de que tu gata está en celo
Es posible que estés experimentando un déjà vu de tu propia pubertad, ya que los gatos también experimentan cambios de comportamiento y humor. Por supuesto, la pubertad de tu amigo ronroneante es mucho más corta y suave, en comparación con los humanos.
¿Qué puedes esperar de tu gato durante este periodo?
• Cambios de humor y movimiento de la cola.
La cola de tu mascota puede indicar a menudo que está en celo. En esos momentos, la mantendrá levantada y se frotará contra los muebles o contra ti.
Además, no te sorprendas si estás jugando con tu mascota ronroneante y de repente comienza a bufar y a actuar de forma agresiva con su juguete. No te preocupes, esto se debe simplemente a un cambio en su estado de ánimo. Al igual que los humanos, los gatos que atraviesan la pubertad pueden pasar de un estado emocional a otro en cuestión de segundos.
• Rasguñar los muebles
Aunque los gatos suelen rascar o afilar sus garras, durante este periodo pueden mostrar interés por tu nuevo sofá, al que hasta ahora se mostraban indiferentes. Los motivos podrían estar relacionados con el hecho de que tu ronroneante amigo quiera dejar su huella, para dejar claro que ese es su territorio.
Las posibles soluciones son cortarle las uñas a tu gato o proporcionarle más postes para rascar. Lo mejor es distribuirlos por toda la casa para que tu caprichosa mascota tenga un lugar donde afilar sus garras en cualquier momento y no elija el sofá.
• Agresión hacia ti
Por muy adorables que sean, los gatos son depredadores. Aunque los humanos los han domesticado desde hace mucho tiempo y son mascotas maravillosas, la naturaleza salvaje corre por sus venas.
Durante el período en el que tu mascota crece y entra en la pubertad, existe el riesgo de que muestre una agresividad inusual. Lamentablemente, a veces puede dirigirse hacia ti y tus extremidades. Los tobillos o los dedos son los más afectados.
Para evitar heridas y problemas adicionales, proporciónale juguetes. Cada vez que tu gato se dirija hacia un juguete y no hacia ti, prémialo con una golosina o hierba gatera. De esta manera, el animal sabrá que si muerde un juguete, recibirá una golosina.
• Marcado
Cuando alcanza la madurez sexual, su compañero ronroneante comenzará a buscar parejas sexuales. En este punto, los gatos machos comienzan a marcar varios lugares con orina. Contiene olores y tiene dos funciones: atrae a las hembras potenciales y disuade a los competidores.
El problema es que los gatos domésticos marcan sus patas en los muebles. Para evitar este inconveniente, lo mejor es castrar a tu mascota. Si es posible, hazlo antes de que empiece a marcar o al principio de la pubertad.
• Las gatas entran en celo
Tanto los machos como las hembras comienzan a buscar pareja en el momento en que alcanzan la madurez sexual. Para impresionar a los machos, las hembras se revuelcan en el suelo, maúllan, se frotan por todas partes y buscan cualquier oportunidad para acurrucarse.
Como tu gata doméstica no puede encontrar pareja cerca, puede encariñarse mucho contigo en este momento. Este período varía entre 10 y 14 días y, a veces, puede resultar bastante difícil tanto para el gatito como para los dueños.
No hay forma de confundir el maullido de una gata en celo. El problema es que se vuelven extremadamente ruidosos, pueden seguirte molestamente por todo el apartamento y, literalmente, no te dejarán en paz. Aunque es poco frecuente, pueden orinar alrededor de tu casa para esparcir feromonas. Al igual que los machos, en el caso de las hembras se recomienda esterilizarlas incluso antes de que aparezcan los primeros signos de celo.
• Alta autoestima
Tu gato no solo está creciendo en tamaño, sino también en autoestima. Lo notarás cuando tu gato comience a mostrar inclinación hacia armarios más altos, árboles (si sale al exterior) y salte cada vez más alto sin sentir miedo. El motivo de estas nuevas alturas es que necesita impresionar a la hembra, por lo que presumir es sin duda la clave para ganarse su corazón.
Los gatos son animales muy sensibles por naturaleza. En el momento en que alcanzan la madurez sexual, comienzan a comportarse de manera extraña. Marcar el terreno, ronronear y tener cambios de humor son signos típicos de la pubertad.
Fotografía ilustrativa de Marko Blazevic: https://www.pexels.com/photo/cute-gray-kitten-standing-on-a-wooden-flooring-774731/