El 8 de marzo, los tres patriarcas de las iglesias cristianas en Siria –el patriarca sirio-yakobita Ignacio Aphrem II, el patriarca ortodoxo de Antioquía Juan X y el patriarca melquita (católico uniato) Youssef (Joseph) Absi– hicieron una declaración conjunta. En particular, la declaración dice:
“En los últimos días, Siria ha sido testigo de una peligrosa escalada de violencia, crueldad y asesinatos, que dio lugar a ataques contra ciudadanos inocentes, incluidos mujeres y niños.
Se profanaron viviendas, se descuidó su santidad y se saquearon propiedades. Escenas que muestran el tremendo sufrimiento que padece el pueblo sirio.
Las iglesias cristianas, condenando categóricamente cualquier acción que amenace la paz civil, también rechazan y condenan la masacre contra ciudadanos inocentes, e insisten en el cese inmediato de esas horribles acciones que contradicen fuertemente todos los valores humanos y morales.
Las iglesias piden también que se creen rápidamente las condiciones que favorezcan la consecución de la reconciliación nacional en el seno del pueblo sirio. Alienta los esfuerzos para crear un ambiente que facilite la transición hacia un país que respete a todos sus ciudadanos y que siente las bases de una sociedad basada en la igualdad de ciudadanía y en una verdadera asociación, libre de la lógica de la venganza y de la exclusión. Al mismo tiempo, confirman la unidad del territorio sirio y rechazan cualquier intento de separarlo.
Las iglesias piden a todos los países implicados en Siria que asuman su responsabilidad, pongan fin a la violencia y busquen decisiones pacíficas que apoyen la dignidad humana y preserven la unidad nacional. Oramos para que Dios proteja a Siria y a su pueblo y que la paz prevalezca en todo el país.