Cada año, más de 21 millones de adolescentes en países de ingresos bajos y medios quedan embarazadas. Aproximadamente la mitad de estos embarazos no son planeados. Nueve de cada diez nacimientos en adolescentes se producen entre niñas que se casaron antes de cumplir los 10 años.
“Los embarazos precoces pueden tener graves consecuencias físicas y psicológicas para las niñas y las mujeres jóvenes”, dijo la Dra. Pascale Allotey, Directora de Salud Sexual y Reproductiva e Investigación en OMS. “A menudo reflejan desigualdades fundamentales que afectan su capacidad para moldear sus relaciones y sus vidas”.
Demasiado joven para dar a luz
El embarazo adolescente conlleva graves riesgos para la salud. Estos incluyen mayores tasas de infección, complicaciones y parto prematuro. Además, interrumpe la educación y limita las oportunidades laborales en etapas posteriores de la vida. Muchas madres jóvenes terminan atrapadas en la pobreza.
Para ayudar a prevenir el embarazo adolescente, la OMS insta a los gobiernos a ofrecer mejores alternativas al matrimonio infantil. Estas incluyen mejorar el acceso a la educación, los servicios financieros y el empleo. Si todas las niñas terminaran la secundaria, el matrimonio infantil... could podría reducirse hasta en dos tercios, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
infancia robada
Se han producido avances a nivel mundial. En 2021, una de cada 25 niñas dio a luz antes de los 20 años. Veinte años antes, la tasa era de una de cada 15. Sin embargo, persisten grandes brechas. En algunos países, casi una de cada 10 niñas de entre 15 y 19 años todavía da a luz cada año.
“El matrimonio precoz niega a las niñas su infancia y tiene graves consecuencias para su salud”, afirmó la Dra. Sheri Bastien, científica de salud sexual y reproductiva de los adolescentes de la OMS.
Hizo hincapié en el poder de la educación para transformar el futuro de las niñas. Al mismo tiempo, tanto los niños como las niñas necesitan comprender el concepto de consentimiento "y Desafiar las grandes desigualdades de género que siguen impulsando las altas tasas de matrimonio infantil y embarazo precoz “en muchas partes del mundo.”
Actualización de las directrices de la OMS consejos emitidos en 2011. Promueven educación sexual integral lo cual la agencia de la ONU considera esencial para que niños y niñas sepan cómo utilizar los diferentes tipos de anticonceptivos y dónde buscar asesoramiento.
“Se ha demostrado que reduce los embarazos precoces, retrasa el inicio de la actividad sexual y mejora el conocimiento de los adolescentes sobre su cuerpo y su salud reproductiva”, afirmó la OMS.