La violencia en curso en Kivu del Norte y Kivu del Sur en la República Democrática del Congo (RDC) continúa matando, hiriendo y desplazando a civiles, advirtió la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
El jueves se registraron intensos enfrentamientos entre grupos armados locales y rebeldes del M23 en la ciudad de Masisi Centro, en Kivu del Norte.
Los informes preliminares de los socios sobre el terreno indican al menos dos muertos y múltiples heridos civiles, además de que varios heridos fueron evacuados al Hospital General de Masisi.
Mientras tanto, muchos civiles permanecen confinados en sus hogares debido al fuego cruzado activo, la intensificación del miedo y el acceso limitado a las necesidades y servicios básicos.
“La volatilidad de los frentes y los combates continuos han hecho imposible realizar evaluaciones exhaustivas”. OCHA dijo.
A pesar del apoyo internacional, los grupos armados han logrado avances significativos recientemente, en particular el movimiento M23, que afirma defender los intereses de los tutsis congoleños —muchos de los cuales se exiliaron en Ruanda— y, según se informa, cuenta con el respaldo de las fuerzas ruandesas. Las Fuerzas Democráticas Aliadas (FDA) también siguen activas en la región.
Entregando ayuda que salva vidas
En el este de Masisi, donde la situación de seguridad lo permite, los socios de la ONU están entregando ayuda crucial a las poblaciones desplazadas y repatriadas.
OCHA señaló que desde ayer, sus socios han estado distribuyendo kits domésticos y de higiene a más de 500 familias desplazadas en el centro colectivo de Sake.
Además, se han rehabilitado 19 de los 24 puntos de agua de Sake, restableciendo el acceso al agua potable a más de 4,000 hogares.
Nuevos enfrentamientos en Kivu del Sur
En Kivu del Sur, los combates estallaron nuevamente el martes en el territorio de Fizi, cuando grupos armados locales se enfrentaron con combatientes del M23.
La violencia afectó las aldeas de Mulima y Lusuku, ambas donde ya había miles de familias desplazadas, lo que provocó otra ola de desplazamiento forzado.
Brote de cólera
Mientras tanto, en la provincia sureña de Tanganyika, un brote de cólera que se extiende rápidamente está poniendo en riesgo a miles de personas.
Hasta el miércoles, nueve de las 11 zonas sanitarias de la provincia estaban afectadas, con más de 1,450 casos confirmados y 27 muertes reportadas desde enero, un aumento de seis veces en comparación con el mismo período del año pasado.
Los socios de salud de la ONU señalan un acceso severamente limitado al agua potable (con una cobertura de menos del 20 por ciento en las áreas afectadas) y una capacidad de atención médica insuficiente para gestionar los casos de manera efectiva.
