En mayo de 2025, un influyente grupo de figuras públicas judías francesas, entre ellas la rabina Delphine Horvilleur y la destacada periodista Anne Sinclair, rompieron su silencio para denunciar públicamente la actual crisis humanitaria en GazaSus declaraciones, contundentes y sentidas, ponen de relieve el creciente malestar en algunos sectores de la diáspora judía respecto a la respuesta del gobierno israelí a Hamás y su profundo impacto sobre los civiles palestinos.
Rabino Delphine Horvilleur, figura reconocida del judaísmo liberal francés y editora jefe de la revista judía trimestral Tenou'a, generó gran interés con su elocuente ensayo titulado "Gaza/Israel: Amar verdaderamente al prójimo, no permanecer en silencio". Su obra ofrece una reflexión profunda y crítica sobre la ética del castigo colectivo y las responsabilidades morales inherentes a la tradición judía. Horvilleur cuestionó directamente lo que describió como un silencio inaceptable por parte de sectores de la comunidad judía ante el sufrimiento continuo de la población civil de Gaza.
Los escritos de Horvilleur subrayan un dilema que ella reconoce como profundamente doloroso. Señala explícitamente que su crítica surge de un profundo amor y compromiso con Israel, pero condena rotundamente la catástrofe humanitaria que atribuye al asedio y las operaciones militares israelíes en Gaza. «No se alivia el dolor de nadie, no se honra a ninguna víctima, ni se logra justicia matando de hambre a inocentes ni condenando a niños a una vida de miseria insoportable», argumentó Horvilleur con vehemencia. Sus palabras tuvieron una amplia difusión, suscitando debate y reflexión dentro de la comunidad judía francesa y más allá.
Anne Sinclair, una de las periodistas más respetadas de Francia y expresentadora del programa "1 sur 7" de TF7, amplificó el discurso compartiendo sentimientos similares a través de su Instagram. Sinclair se describió como profundamente afectada, "herida" y "desgarrada" por la gestión israelí del conflicto de Gaza. Sinclair, cuya trayectoria profesional se ha centrado en la compleja realidad política, reconoció públicamente los brutales ataques perpetrados por Hamás contra israelíes el 7 de octubre de 2023, al tiempo que criticó las represalias israelíes como "indefendibles". Su declaración exigió explícitamente un alto el fuego inmediato y el fin del bloqueo que ha paralizado la vida cotidiana en Gaza, enfatizando que los judíos, dado su sufrimiento histórico, nunca deben permitir que se inflija injusticia a otros en su nombre.
El impacto de estas intervenciones de Horvilleur y Sinclair va mucho más allá de los testimonios personales. Sus voces han contribuido significativamente a un diálogo más amplio dentro de las comunidades judías de Francia sobre la responsabilidad ética, las limitaciones de la solidaridad basada puramente en la identificación étnica o nacional, y la humanidad esencial que une a todas las comunidades afectadas por conflictos.
Sus declaraciones han suscitado inevitablemente respuestas, algunas de apoyo y otras críticas. Quienes las apoyan elogian su valentía y claridad moral al abordar el sufrimiento humano, independientemente de sus afiliaciones políticas, mientras que sus detractores argumentan que sus declaraciones podrían socavar involuntariamente la seguridad de Israel y fortalecer a quienes desean perjudicar al Estado de Israel.
Sin embargo, esta oleada de críticas abiertas por parte de respetadas figuras judías en Francia pone de manifiesto un cambio importante. Abordar públicamente las preocupaciones humanitarias en Gaza era tradicionalmente una cuestión de cautela para muchas figuras públicas judías francesas, en parte debido a la sensibilidad en torno al antisemitismo y a las complejidades geopolíticas inherentes al conflicto israelí-palestino.
Sin embargo, la gravedad de la crisis humanitaria, evidenciada por informes de organizaciones internacionales de ayuda, que incluyen una grave escasez de medicamentos esenciales, agua potable y alimentos, ha obligado a muchos, entre ellos Horvilleur y Sinclair, a reconsiderar el silencio como una opción moral. Las agencias humanitarias han descrito sistemáticamente la situación de Gaza como catastrófica, con graves consecuencias para la salud pública, la educación y la dignidad humana fundamental.
Este llamado a la introspección y la reevaluación desde la diáspora judía no es aislado. Refleja una conversación judía global más amplia, en la que las personas cuestionan y cuestionan cada vez más las decisiones y la ética del enfoque de la actual administración israelí hacia los palestinos, a pesar de la condena inequívoca de las acciones violentas de Hamás.
Tanto Horvilleur como Sinclair representan un número creciente de voces influyentes dentro de las comunidades judías de todo el mundo que abogan por una respuesta compasiva a la crisis, subrayando que las decisiones políticas que afectan a civiles inocentes deben ser examinadas y criticadas, independientemente de la afiliación religiosa o nacional.
Sus declaraciones llegan en un momento crítico, ya que los esfuerzos diplomáticos internacionales para mediar la paz o, al menos, aliviar el sufrimiento humanitario siguen enfrentándose a graves obstáculos. Si bien el gobierno israelí se mantiene firme en su postura militar y de seguridad, la presión internacional de diversos sectores, que ahora incluye cada vez más voces de la comunidad judía mundial, subraya la urgencia de encontrar soluciones alternativas.