Conversaciones entre el Reino Unido y la UE para superar las fricciones posteriores al Brexit en Irlanda del Norte; Dublín pide calma
Gran Bretaña y la UE prometieron el jueves resolver las fricciones comerciales posteriores al Brexit sobre la frontera de Irlanda del Norte a raíz de la salida del Reino Unido del bloque. Irlanda del Norte apenas fue mencionada en los debates parlamentarios previos al referéndum del Brexit de 2016.
Sin embargo, la naturaleza de la frontera de 499 kilómetros que separa el norte del sur se ha convertido en uno de los temas más polémicos desde entonces, sobre todo por el comercio y la vulnerabilidad del acuerdo de paz alcanzado en 1998 —el Acuerdo de Viernes Santo— que puso fin en gran medida al conflicto sectario en Irlanda del Norte que se había producido desde finales de la década de 1960.
Desde que el Reino Unido abandonó por completo la UE después de que finalizó el período de transición posterior al Brexit el XNUMX de enero, se ha producido una escasez significativa de productos frescos y otros productos en Irlanda del Norte, lo que ha exacerbado las tensiones posteriores al Brexit.
El ministro principal del gabinete británico, Michael Gove, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, sostuvieron “una discusión franca pero constructiva” con el Acuerdo de Viernes Santo y las cuestiones sobre el suministro de bienes en el centro de esas conversaciones, dijeron ambos.
Su declaración agregó que "no escatimarían esfuerzos" para implementar las soluciones acordadas en diciembre bajo el llamado Protocolo de Irlanda del Norte.
Las relaciones entre el Reino Unido y la UE se han vuelto cada vez más conflictivas, con Irlanda vigilando de cerca los procedimientos.
El primer ministro irlandés, Micheal Martin, ha pedido a ambas partes que "bajen la retórica". “Solo tenemos que calmarlo, porque en última instancia queremos que el Reino Unido se alinee bien con la Unión Europea. Queremos relaciones armoniosas y sensatas”, dijo a la radio RTE.