Resumen ejecutivo del informe del Departamento de Estado de los EE. UU. Sobre Libertad Religiosa, con respecto a Alemania:
“La constitución prohíbe la discriminación religiosa y establece la libertad de fe y conciencia y la práctica de la propia religión. Los 16 estados del país ejercen una autonomía considerable en el registro de grupos religiosos y otros asuntos. Los grupos religiosos no reconocidos no son elegibles para los beneficios fiscales. Las oficinas federales y algunas estatales del servicio de inteligencia nacional continuaron supervisando las actividades de ciertos grupos musulmanes y mezquitas. Las autoridades también monitorearon la Iglesia de Scientology (COS), que informó que el gobierno sigue discriminando a sus miembros. Algunos estados continuaron prohibiendo o restringiendo el uso de ropa o símbolos religiosos, incluidos los pañuelos en la cabeza, para algunos empleados estatales. Los altos líderes del gobierno continuaron condenando el antisemitismo y los sentimientos y actos antimusulmanes. En septiembre, la canciller Angela Merkel describió el antisemitismo como un ataque a la dignidad de las personas que “debe combatirse con decisión”, idealmente con educación, pero con toda la fuerza del sistema de derecho penal cuando sea necesario. Los funcionarios del gobierno respondieron a las revelaciones de grupos de chat antisemitas y de derecha dentro de la policía y el ejército exigiendo investigaciones y destituyendo a los involucrados. Dos gobiernos estatales adicionales nombraron comisionados de antisemitismo por primera vez, lo que elevó el número total de estados con tales comisionados a 15 (de 16), además del comisionado federal de vida judía y antisemitismo. En octubre, el gobierno anunció que aumentaría la financiación de la asistencia social para los supervivientes del Holocausto en 30.5 millones de euros (37.4 millones de dólares) en 2021 y proporcionaría 564 millones de euros (692 millones de dólares) adicionales durante los próximos dos años para ayudar a los supervivientes del Holocausto a hacer frente a la carga de la pandemia de COVID-19.
Durante una celebración de Sucot para estudiantes en la sinagoga Hohe Weide en Hamburgo el 4 de octubre, un hombre vestido con un uniforme de estilo militar golpeó a un estudiante judío en la cabeza con una pala, dejando a la víctima con una herida grave en la cabeza. La policía arrestó al atacante y estaba pendiente un juicio penal. Autoridades como el ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, la ministra de Justicia Christine Lambrecht y el alcalde de Hamburgo, Peter Tschentscher, condenaron el ataque. Hubo numerosos informes de incidentes antisemitas, antimusulmanes y anticristianos. Estos incluyeron agresiones, acoso verbal, amenazas, discriminación y vandalismo. Las estadísticas federales de delitos para 2019 citaron 2,032 delitos antisemitas durante el año, un aumento del 13 por ciento con respecto a 2018. Setenta y dos de esos delitos involucraron violencia. Las estadísticas federales sobre delitos atribuyeron el 93.4 por ciento de los delitos antisemitas en 2019 a la extrema derecha. En noviembre, el comisionado federal para la vida judía en Alemania y la lucha contra el antisemitismo, Felix Klein, afirmó que el antisemitismo estaba emergiendo como un tema común entre grupos de orígenes políticos muy diferentes que se estaban reuniendo para protestar contra las medidas de bloqueo pandémico. Desde mediados de marzo hasta mediados de junio, el Centro de Investigación para la Información sobre el Antisemitismo (RIAS), que es parcialmente financiado por el gobierno, registró incidentes antisemitas en 123 manifestaciones distintas contra las restricciones para prevenir la propagación del COVID-19. El jefe del Consejo Central de Judíos dijo a los medios en mayo que los manifestantes de derecha estaban utilizando las ansiedades provocadas por la pandemia para difundir teorías de conspiración antisemitas en Internet. También se produjeron manifestaciones en las que se expresaba un sentimiento antimusulmán.
La embajada de Estados Unidos y cinco consulados generales evaluaron las respuestas del gobierno a incidentes de intolerancia religiosa; expresó su preocupación por los actos antisemitas, antimusulmanes y anticristianos; y abogó por una mayor aplicación de la ley y otros recursos para prevenir ataques violentos contra comunidades religiosas. Un alto funcionario de la embajada se reunió con el comisionado federal para la libertad de religión mundial en el Ministerio de Cooperación y Desarrollo Económicos en septiembre. Los cónsules generales se reunieron con representantes gubernamentales a nivel estatal y comisionados de antisemitismo. La embajada y el consulado general mantuvieron un diálogo con un amplio espectro de comunidades religiosas y organizaciones no gubernamentales (ONG) de derechos humanos sobre sus preocupaciones sobre la libertad religiosa y sobre las formas de promover la tolerancia y la comunicación entre los grupos religiosos ".
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