La posición geopolítica de Noruega como vecino de Rusia y miembro de la OTAN lo coloca a la vanguardia de la política exterior y de seguridad autoafirmativa y agresiva de Moscú. Sin embargo, la pertenencia de Noruega a la OTAN reduce el margen de maniobra de Rusia a acciones por debajo del umbral de un conflicto armado. En este artículo, Runar Spansvoll examina cómo Rusia ha utilizado actividades por debajo del umbral tan agresivas y coercitivas en los dominios político, militar y de la información entre 2014 y 23 en una campaña para obligar a Oslo a cumplir con sus objetivos de política exterior y de seguridad.