En noviembre de 2023, las negociaciones entre la UE y Australia para un Tratado de Libre Comercio (TLC) colapsaron. Esto se debió principalmente a las estrictas exigencias de la UE sobre indicadores geográficos protegidos (la capacidad de comercializar vinos y otros productos como provenientes de una región en particular), así como a un enfoque inflexible respecto del acceso al mercado para las exportaciones agrícolas.
Unas semanas más tarde, se hizo evidente que el actual estancamiento en las negociaciones UE-Mercosur –debido en gran medida a las demandas medioambientales y de deforestación de Bruselas– no se había resuelto, y el presidente brasileño Lula dijo que la UE “carece de flexibilidad”.
Al mismo tiempo, los negociadores de la UE completaron otra ronda de negociaciones con Indonesia vinculadas al TLC propuesto: prácticamente no se ha logrado ningún progreso durante casi seis meses, y esta última reunión no fue diferente.
La imagen es clara:
Las pruebas demuestran que esto no es un problema con nuestro socio negociador. En los últimos 12 meses, Indonesia ha completado un acuerdo con los Emiratos Árabes Unidos (en menos de un año). Recientemente actualizó su existente acuerdo con japon, y es Negociar con Canadá y la Unión Económica Euroasiática, entre otros. es solo en negociaciones con la UE que Indonesia ha encontrado que el progreso es lento y difícil.
No se trata sólo de las negociaciones del TLC: se espera que pronto se resuelva un caso de la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra la UE, presentado por Indonesia. Este caso, además de las disputas existentes sobre la Directiva sobre energías renovables y las exportaciones de níquel, significa que Indonesia considera nuestras políticas proteccionistas y anticomerciales. Las elecciones presidenciales están programadas para febrero: el favorito Prabowo ha dicho con bastante claridad que Indonesia “no necesita a la UE”, destacando los “dobles estándares” en la política comercial de la UE.
Entonces, ¿cuál es el camino a seguir para la relación?
Las elecciones de la UE y el nombramiento de una nueva Comisión deben presagiar un cambio de enfoque. Promover las exportaciones de la UE y ampliar el acceso a los mercados para futuros gigantes como Indonesia e India debe ser una prioridad. El obstruccionismo tecnocrático debe ser reemplazado por un liderazgo político fuerte y un compromiso con los nuevos socios comerciales.
También es esencial involucrar a estos países socios en áreas de la política de la UE que los afectan, como el Pacto Verde. La Comisión parece haber juzgado mal la magnitud de la reacción que desencadenaría el Reglamento sobre la Deforestación de la UE: 14 países en desarrollo, incluida Indonesia, firmaron una carta abierta denunciándolo, y los desafíos a la OMC son seguramente inminentes. Unas consultas adecuadas y un acercamiento diplomático podrían haber evitado que esto se convirtiera en un problema. Esa consulta debe ir más allá de las embajadas: Indonesia tiene millones de pequeños agricultores que producen aceite de palma, caucho y café, y se verán gravemente afectados por la regulación de la UE. La falta de alcance significa que esas voces ahora son abiertamente hostiles a la UE.
Indonesia en general no es antagónica. Continúa las negociaciones con la Comisión y algunos Estados miembros (en particular, Alemania y los Países Bajos) están manteniendo conversaciones bilaterales positivas. Pero la dirección de viajes Es preocupante: no podemos permitirnos otros cinco años de estancamiento en las discusiones comerciales, mientras aumentan las tensiones políticas en torno a las barreras comerciales de la UE (la mayoría de las cuales ni siquiera han entrado en vigor todavía).
Las elecciones podrían y deberían suponer un nuevo comienzo para ambas partes. Lo mismo se aplica a la India (elecciones en abril-mayo) y tal vez incluso a Estados Unidos (noviembre). El punto clave que une todo esto es que sólo funcionan si la nueva Comisión se toma en serio la promoción de las oportunidades de exportación de la UE y la reducción de las barreras comerciales en lugar de erigir más.