Desde los brutales ataques terroristas del 7 de octubre por parte de Hamas y otros militantes en el sur de Israel y el posterior ataque militar de Israel contra Gaza, más de las tres cuartas partes de la población del enclave han sido desplazadas de sus hogares, muchas veces en múltiples ocasiones.
Hay una escasez generalizada de alimentos, agua y saneamiento, y el sistema de salud continúa degradándose sistemáticamente, con consecuencias catastróficas, afirmó el directores del Comité Permanente entre Organismos (IASC), el organismo coordinador de las organizaciones humanitarias globales.
“Las enfermedades están proliferando. La hambruna se avecina. El agua gotea. La infraestructura básica ha sido diezmada. La producción de alimentos se ha detenido. Los hospitales se han convertido en campos de batalla. Un millón de niños enfrentan traumas diarios”, señalaron en un ambiental el miércoles.
Un "golpe mortal" a los esfuerzos de ayuda
La situación es particularmente grave en Rafah, en el extremo sur de Gaza.
"Rafah, el último destino de más de un millón de personas desplazadas, hambrientas y traumatizadas hacinadas en una pequeña franja de tierra, se ha convertido en otro campo de batalla en este brutal conflicto", dijeron los jefes del IASC.
“Una mayor escalada de violencia en esta zona densamente poblada causaría un gran número de víctimas. También podría asestar un golpe mortal a una respuesta humanitaria que ya está de rodillas”, advirtieron.
Personal humanitario en riesgo
Los directores del IASC destacaron los riesgos que enfrentan los trabajadores humanitarios a diario en sus esfuerzos por ayudar a las personas que lo necesitan desesperadamente, y agregaron que "sólo pueden hacer mucho".
"Los trabajadores humanitarios, ellos mismos desplazados y enfrentando bombardeos, muerte, restricciones de movimiento y una ruptura del orden civil, continúan sus esfuerzos para ayudar a los necesitados", dijeron.
"Pero, ante tantos obstáculos, incluidas las restricciones de seguridad y de movimiento, no pueden hacer mucho".
Lo escencial
Los directores subrayaron que ninguna respuesta humanitaria compensará los meses de privaciones que han soportado las familias en Gaza.
"Este es nuestro esfuerzo por salvar la operación humanitaria para que podamos proporcionar, como mínimo, lo esencial: medicinas, agua potable, alimentos y refugio mientras las temperaturas caen en picado", dijeron.
Para ello, subrayaron la necesidad de 10 elementos indispensables: un alto el fuego inmediato; protección de civiles e infraestructura civil; liberación inmediata de rehenes; puntos de entrada fiables para la ayuda; garantías de seguridad y acceso sin obstáculos; un sistema de notificación humanitaria que funcione; carreteras limpias de artefactos explosivos; y una red de comunicación estable.
Además, pidieron que la agencia de la ONU que ayuda a los refugiados palestinos (UNRWA) para recibir los recursos que necesita para proporcionar asistencia vital, así como el cese de las campañas que buscan desacreditar a la ONU y a las ONG que hacen todo lo posible para salvar vidas.