Los plásticos tienen muchas aplicaciones útiles, pero las tendencias mundiales de producción y consumo de estos materiales son actualmente insostenibles. Las prácticas circulares y de sostenibilidad a lo largo del ciclo de vida de los plásticos pueden ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación y los desechos. Según un análisis de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), publicado hoy, ya existen muchos ejemplos de buenas prácticas y sería necesario ampliarlos para permitir una economía circular de los plásticos en Europa.
usando plasticos de una manera más inteligente incluyen la reducción de envases innecesarios y productos de un solo uso, así como un diseño más circular que hace que los productos duren más y sean más fáciles de reutilizar y reparar. Ya existen otros ejemplos de uso de plásticos de una manera más inteligente en toda Europa en forma de alquiler de equipos, uso compartido de automóviles y herramientas y, por ejemplo, reutilización de cajas y paletas en el sector alimentario, señala el informe de la AEMA.
Aumentando la circularidad requiere un uso y una reutilización más prolongados de los productos y una mejor recolección, clasificación y reciclaje de los plásticos. Los ejemplos de buenas prácticas incluyen tiendas que ofrecen retirar sus propios productos al final del ciclo de vida del producto, lo que puede mejorar la calidad de los materiales reciclados o permitir algún tipo de reutilización. El papel de los consumidores también es fundamental para elegir qué comprar y garantizar un reciclaje adecuado. En general, muchos mercados europeos de materias primas recicladas, incluidos los plásticos mixtos, no están funcionando bien, según un análisis reciente de la AEMA.
Aumentar el uso de materiales renovables. implica, por ejemplo, el uso de plásticos de base biológica más reciclables, en lugar de depender únicamente de los combustibles fósiles y sus importaciones. Según el informe de la AEMA, aumentar el uso de materiales renovables debería centrarse en las materias primas de segunda y tercera generación que no compiten con la producción de alimentos y piensos.
Las empresas, los legisladores y los ciudadanos pueden contribuir a una producción y un consumo de plásticos más sostenibles y circulares, concluye el informe de la AEMA. Hay vasto posible en la ampliación de los modelos comerciales circulares, el fortalecimiento de las políticas, el aumento de la demanda de productos sostenibles, la reducción del consumo innecesario y la mejora del reciclaje.
Un informe complementario, 'El destino de los residuos plásticos de la UE', del Centro Temático Europeo sobre Economía Circular y Uso de Recursos de la AEMA, investiga la dinámica de comercio de residuos plásticos dentro la UE y las exportaciones de la UE. El informe demuestra que las exportaciones de residuos plásticos de la UE continúan disminuyendo y se concentran en unos pocos países receptores. Los resultados de los estudios de caso, que plantean preocupaciones ambientales, también indican que los desechos plásticos que salen de la UE son de una calidad mucho menor que los comercializados dentro de la UE, y que los países receptores a menudo carecen de una infraestructura adecuada de gestión de desechos.