La Casa Universal de Justicia ha enviado el siguiente mensaje a todas las Asambleas Espirituales Nacionales.
Nuestros corazones están apenados por el fallecimiento de la querida Violette Haake. Criada en una familia distinguida cuyas raíces se remontan a la historia temprana de la Fe, sirvió a la Causa de Dios con absoluta dedicación durante muchas décadas, primero en su Irán natal y luego en los Estados Unidos y Australia. Ya sea cuando era pionera, o durante su tiempo como miembro del Cuerpo Auxiliar, o como Consejera Continental en Australasia, y más especialmente en los diez años que sirvió como miembro del Centro Internacional de Enseñanza, su espíritu intrépido y su radiante entusiasmo por la enseñanza siempre fueron en evidencia mientras reunía a los amigos, particularmente a los jóvenes; derramó aliento; y avivó la llama del amor por Bahá'u'lláh en los corazones. Violette poseía un carácter que combinaba una extraordinaria resiliencia, firmeza y fuerza interior con una bondad inquebrantable, un instinto de crianza y verdadera alegría. Hasta el final, la suya fue una vida dedicada al servicio del Señor.
A su esposo, Roderic, y a su hija, Susanne, expresamos nuestras más sentidas condolencias, con la seguridad de nuestras súplicas en el Umbral Sagrado por el progreso del alma luminosa de Violette mientras se sumerge en el mar de luz en el mundo de los misterios. Se pide a los creyentes de todos los países que organicen memoriales en su honor, incluso en todas las Casas de Adoración, según lo permitan las circunstancias.
La Casa Universal de Justicia
