El Gita no fue el primer libro que me conectó con Krishna, sin embargo, sigue siendo la experiencia de lectura más impactante de mi vida. Recuerdo esa primera lectura con claridad: me quedé despierto hasta tarde, inmerso en la historia de Arjuna y preguntándome qué decisiones podría tomar todavía. El final no defraudó.
He regresado a ese buen libro recientemente, durante una hora al día, empapándome de sus palabras como si lo volviera a leer por primera vez. Ahora soy mayor y más sabio en la práctica de Krishna Bhakti y, sin embargo, todavía me conmueve, todavía me deleita, todavía informa.
Además de recordarme que soy un alma espiritual, individual y con una forma eterna, ¿qué más amo del Gita?
Primero, la generosidad de la invitación a tener una relación con Krishna. Una y otra vez Krishna dice, cualquiera, sin importar en qué nivel o esfera de la vida se encuentre, puede interactuar directamente con Él. La raza, el país, el estado o lo que hemos hecho o no hemos hecho, no pueden excluirnos de nuestra elección individual de reconectarnos con Krishna. Su puerta está abierta de par en par, siempre.
En segundo lugar, el recordatorio de que se trata de amor, no de paz, no de liberación, de no volverse uno con. No ganar, no perder, tener razón o ser el mejor. Se trata de un amor puro, exuberante e incondicional por la fuente de toda vida, Sri Krishna. La experiencia de ella, el intercambio de ella, la absorción en ella. Que lindo es eso? Estamos destinados a amar y ser amados. Por qué huimos de eso es nuestra gran desgracia.
En tercer lugar, la absoluta sencillez del proceso. Escuche acerca de Krishna. Por supuesto, esta simplicidad se complica por el desordenado y miserable mundo material del que formamos parte. Nuestro cuerpo es una masa de emociones y miedos que nos distraen con éxito durante todo el día de los pensamientos sobre Krsna. El Gita es un recordatorio amoroso: Krishna está en todas partes. Llámalo, piensa en Él, siente Su presencia. Cuando ponemos nuestra mente, nuestra atención en eso, suceden cosas asombrosas. Ese es el poder del amor, y el secreto del amor, que se encuentra en el corazón del Bhagavad-gita.
Tengo muchos versículos favoritos y aquí está uno de la lectura de hoy:
“No envidio a nadie, ni soy parcial con nadie. Soy igual a todos. Pero el que Me rinde servicio con devoción es un amigo, está en Mí, y yo también soy un amigo para él ”. 9.29
Y una dulce joya del Purport: “Cuando un diamante está engastado en un anillo de oro, se ve muy bien. Se glorifica el oro y al mismo tiempo se glorifica el diamante. El Señor y la entidad viviente brillan eternamente, y cuando una entidad viviente se inclina al servicio del Señor Supremo, parece oro. El Señor es un diamante, por lo que esta combinación es muy bonita ".
