Alessandro de Carolis – Ciudad del Vaticano
Another servant of the poor, one who “burned his life with the poor”. Having lived 30 years in Brazil, Father Julio Renato Lancellotti is the missionary the Pope referred to during his Sunday Angelus. Papa Francisco said he was able to speak to him on the phone after having received his letter at the end of September.
Covid y dignidad violada
La breve carta saca a la luz la miseria cotidiana que el Padre Julio comparte con la gente que vive en las calles de São Paulo. Un escenario que se ha visto duramente complicado por la pandemia de la Covid-19 que, sumado a la pobreza endémica que aqueja a estas personas, genera una violación inimaginable y hasta sin precedentes de la dignidad humana. El padre Julio ha visto mucho de esto y, sin embargo, le dice al Papa su sorpresa al ver cómo una grave crisis de salud se ha convertido en el escenario de un número aún mayor de ataques contra el valor de la vida en Brasil.
Lucha desigual
La carta que llegó a la mesa del Papa Francisco está acompañada de fotos que muestran la veracidad de las palabras del misionero. El desafío de una pequeña parroquia frente a un gran virus global, la lucha de una isla con los pobres que intenta ofrecer lo mínimo para proteger la salud, incluso en situaciones donde el distanciamiento social es prácticamente imposible, y donde faltan comida, duchas y lavabos. Y sin embargo, nos asegura el Padre Julio, estas son personas que no abandonaríamos ni abandonaremos.
“Este es el mensajero de Dios”
La carta enviada al Papa Francisco concluye con una petición de bendición que al misionero le hubiera gustado recibir en persona, aunque él mismo admite que sería imposible porque no podría emprender físicamente el viaje a Roma. La historia de un anciano que, dijo el Papa a los fieles reunidos para su Ángelus dominical, vive “la vejez en paz. Esta es nuestra Madre Iglesia, esta es la mensajera de Dios que va a la encrucijada”.