Por Devin Watkins
Representantes de la Iglesia Católica en Indonesia, en particular de la provincia de Papúa Occidental, han mantenido conversaciones con el Ministro Coordinador de Asuntos Políticos, Legales y de Seguridad del país.
La reunión se llevó a cabo el domingo en la residencia del Sr. Mahfud MD y tuvo como objetivo discutir los diversos problemas que aquejan a la inquieta provincia.
Estuvieron presentes el obispo Aloysius Murwito de Agats y el obispo Petrus Canisius Mandagi de Amboina, quien también es el administrador apostólico de Merauke, junto con el cardenal Ignatius Suharyo Hardjoatmodjo, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Indonesia.
El encuentro se produjo después de que surgieran informes de que el Ejército Nacional de Indonesia había matado a tiros a un catequista católico el 26 de octubre. Era sospechoso de pertenecer a un movimiento separatista.
El asesinato tuvo lugar en la aldea de Jalae, distrito de Sugapa, en la regencia de Intan Jaya en Papúa Occidental.
Efectos dañinos
El obispo Mandagi le dijo a UCA News que la reunión de una hora estaba destinada a abordar "varios problemas en Papua, especialmente la violencia".
Los obispos de Indonesia, agregó, están preocupados por la situación, aunque dijo que no se discutieron casos específicos.
Más bien, las conversaciones se centraron en el sufrimiento provocado por la violencia, tanto en los civiles locales como en las fuerzas de seguridad.
Diálogo, no violencia
El obispo Mandagi dijo que le dijo a Mahfud que ampliar el diálogo con la gente de Papua podría ayudar a aliviar las tensiones. La Iglesia católica local, agregó, siempre estuvo abierta a las discusiones.
“Los papúes son buenas personas”, dijo. “Todos, incluidos los militares, la policía y los trabajadores de la iglesia que vienen a Papúa, no deben menospreciarlos. Todos necesitamos resolver los problemas de Papúa con diálogo, respetando a los papúes y sin violencia”.
El obispo dijo que las intervenciones militares solo sirven para exacerbar las tensiones.
Disturbios de larga duración
Un movimiento separatista se ha gestado en las provincias de Papúa Occidental y Papúa de Indonesia desde finales de la década de 1960, cuando la región se convirtió en parte de Indonesia.
Los papúes se quejan de derechos humanos abusos y discriminación por parte de las autoridades gubernamentales.
Después de la reunión con los líderes de la Iglesia, el Sr. Mahfud dijo que el gobierno entablaría más diálogos con los obispos de Papúa Occidental y Papúa, así como con otros líderes religiosos.
El obispo Mandagi expresó sus esperanzas por el cese de la violencia.
“Queremos que Papua se convierta en una tierra de amor, no en una zona de guerra”, dijo.
