Por Devin Watkins
Hablando en la oración del Ángelus el domingo, el Papa Francisco condenó enérgicamente el “vil secuestro de 317 niñas” en el estado de Zamfara en Nigeria.
Invitó a todos a orar por ellos, para que pronto pudieran regresar a casa.
“Estoy cerca de sus familias y de ellos”, dijo el Papa. “Oremos para que Nuestra Señora los mantenga a salvo”.
Y guió a los fieles en el rezo del Avemaría.
¿Qué ha pasado?
El incidente tuvo lugar el viernes por la mañana en la ciudad de Jangebe, en el estado de Zamfara en Nigeria.
Hombres armados no identificados ingresaron a la escuela secundaria de niñas del gobierno de Jangebe alrededor de la medianoche y dispararon esporádicamente.
El Comisionado de Información del estado dijo que se llevaron a las niñas en vehículos ya pie. Las fuerzas de seguridad lanzaron un Buscar por las colegialas secuestradas.
Dos ataques en rápida sucesión
El ataque del viernes sigue los pasos de un secuestro similar a principios de la semana pasada.
Un estudiante murió y 42 personas fueron expulsadas de un internado en el estado central norte de Níger en el incidente anterior. Fueron liberados el sábado, según el gobernador del estado de Zamfara.
Obispos de Nigeria hacen sonar la alarma
Los obispos católicos de Nigeria han denunciado el deterioro de la situación en el país.
Publicaron un comunicado de prensa el 23 de febrero, inmediatamente después del primer secuestro pero antes de este ataque más reciente.
“Realmente estamos al borde de un colapso inminente, del cual debemos hacer todo lo posible para retroceder antes de que lo peor venza a la nación”, escribieron los obispos.
Dijeron que la inseguridad y la corrupción han puesto en duda “la supervivencia misma de la nación”.
Anfitrión de amenazas
Los obispos también pidieron al gobierno que asuma el desafío de gobernar con seriedad, especialmente cuando los grupos armados amenazan con tomarse la justicia por su mano.
Y enumeran una serie de crisis que afectan a los nigerianos, incluidos "asesinatos, Covid-19, secuestros, asesinatos, bandidaje y robos a mano armada".
“Nosotros, de la Conferencia de Obispos Católicos de Nigeria, con miembros de todas partes de Nigeria, estamos muy preocupados por el estado actual de inestabilidad en la tierra”, se lee en el comunicado. “No se debe permitir que esto siga enconándose y degenerando”.