“Lo que está sucediendo actualmente en el sur de Madagascar es desgarrador”, dijo el representante del PMA, Moumini Ouedraogo. “No podemos dar la espalda a estos niños cuyas vidas están en juego”.
Deterioro drástico
Cuatro años consecutivos de sequía han acabado con las cosechas y cortado el acceso a los alimentos.
Más de 1.14 millones de personas padecen inseguridad alimentaria en el sur de Madagascar y el número de personas categorizadas como sobrevivientes en condiciones 'catastróficas' de la fase 5 corre el riesgo de duplicarse a 28,000 para octubre, dijeron las agencias.
Y con la temporada de escasez, la época del año en que las existencias de alimentos se agotan, a la vuelta de la esquina, se pronostica que la crisis “empeorará drásticamente”.
''Necesitamos redoblar nuestros esfuerzos para frenar este aumento catastrófico del hambre, pero no podemos hacerlo sin importantes recursos de financiación y sin la participación de los socios”, subrayó el Sr. Ouedraogo.
'Necesidad urgente' de invertir
Dado que las tasas globales de desnutrición aguda alcanzan un alarmante 27 % en el distrito de Ambovombe-Androy, el más afectado en el extremo sur, se necesitan medidas urgentes para evitar un mayor deterioro.
Esta crisis se ha visto exacerbada por las malas instalaciones sanitarias y de saneamiento, así como por la falta de agua potable.
“Existe una necesidad urgente de invertir en la prevención y el tratamiento de la desnutrición infantil para evitar que la situación se vuelva aún más crítica”, dijo el representante de UNICEF, Michel Saint-Lot.
Los continuos aumentos de precios de los alimentos básicos, junto con marcadas disminuciones en los mercados, amenazan la salud y el bienestar de jóvenes y adultos por igual.
Además del peligro de la inseguridad alimentaria, en curso COVID-19 Las restricciones plantean desafíos adicionales al limitar el acceso de las personas a alimentos, mercados y empleos.
Esfuerzos intensificados
Desde el año pasado, WFP y UNICEF han estado trabajando en estrecha colaboración con el gobierno de Madagascar y sus socios para abordar el hambre severa en el sur.
Pero a medida que la crisis se profundiza, se deben intensificar las acciones.
Si bien las agencias de la ONU están fortaleciendo su respuesta nutricional de emergencia en el sur, existe la necesidad de una respuesta integrada que aborde todos los impulsores de la desnutrición.
El tratamiento debe ir de la mano con una prevención sólida en múltiples sectores y una respuesta en colaboración con todos los socios y las autoridades nacionales, dijeron las agencias de la ONU.
“Al proporcionar a las familias acceso a agua potable y tratar a los niños desnutridos con alimentos terapéuticos, se pueden salvar vidas”, dijo el Sr. Saint-Lot, y agregó “pero tenemos que actuar ahora”.