Casi la mitad de las familias italianas apenas llegan a fin de mes con sus ingresos mensuales, y para una de cada cuatro familias, los problemas de salud significan enormes problemas financieros. Así lo dice un estudio del instituto sociológico Eurispes.
En 2016, 11 millones de italianos rechazaron o pospusieron el tratamiento médico por falta de dinero, 2 millones más que el año anterior. Quien gana menos muere antes, resume el “Espresso” semanal.
Según él, en los países “ricos”, incluida Italia, las personas de 40 a 85 años pierden una media de 2.1 años de su vida debido a su mala situación económica. Esto significa que el riesgo para la salud que representa la pobreza es el mismo que presentan otros factores como el tabaquismo, la diabetes, el sobrepeso y la falta de actividad física. Así lo dicen los resultados de un estudio científico publicado en la prestigiosa publicación The Lancet.
En otras palabras, ganar un poco pone en peligro tu salud tanto como fumar. Aunque esta no es una tesis nueva, el estudio actual se basa en datos de 1.7 millones de personas en Gran Bretaña, Italia, Portugal, Estados Unidos, Australia, Suiza y Francia, cuyas vidas se han observado durante 13 años. viven menos no solo porque pueden permitirse menos acceso a una atención médica de calidad. No es una novedad que quien puede permitirse un tratamiento más caro y de calidad gane más años de vida.
La investigación actual se centra en otro aspecto: nuestra salud es el resultado de nuestro estilo de vida, la calidad de los alimentos que compramos, la actividad física que realizamos. De hecho, durante el embarazo y la maternidad temprana, una madre puede cambiar literalmente el ADN de su bebé dependiendo de su dieta y comportamiento durante este período, concluye el estudio.
La crisis del Covid-19 que todos vivimos, con su escenario de escasez de recursos, grupos vulnerables amenazados, impacto económico, caída de inversiones, desempleo, generación de déficit educativo, conduce a una pobreza aguda. Como declaró el reverendo Jesse Jackson, un icónico activista estadounidense de los derechos civiles, hace unos años: “La pobreza es un arma de destrucción masiva, necesitamos la guerra contra ella. Tenemos que resolver los problemas de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo. Pero para sacar a millones de personas de la pobreza, se necesitan políticas gubernamentales”.