6 000 barriles de crudo se derramaron hace una semana en la costa peruana, al norte de Lima. El gobierno anunció el sábado una “emergencia ambiental”.
La intensa erupción del volcán submarino de Tonga, ocurrida el pasado 16 de enero, provocó fuertes olas que llegaron hasta la costa oeste de Sudamérica. En Perú este efecto de impacto se presentó durante la descarga de crudo del buque Mare Dorium, de la refinería de La Pampilla, propiedad de la empresa española Repsol. Ubicado en la región Lima, más de 6,000 barriles de crudo se derramaron en el mar de Ventanilla provocando un importante derrame de petróleo.
Las autoridades declararon a la región en estado de emergencia por 90 días, esperan así un “manejo sustentable de las áreas afectadas”, con “obras de recuperación y saneamiento” para mitigar las consecuencias de este desastre.
Se han contaminado cientos de kilómetros de playa y arrecife, además de la muerte de miles de animales como aves, peces y mariscos.
Según el Ministerio del Medio Ambiente, las corrientes oceánicas esparcieron el combustible a lo largo de la costa, afectando a más de 21 playas. Esto pone en peligro la flora y fauna de dos áreas naturales protegidas, la Reserva Nacional del Sistema de Islas e Islotes “sobre unas 512 hectáreas” y el Área Protegida Ancón “sobre 1,758 hectáreas”.
Los posibles efectos económicos del derrame de petróleo son motivo de preocupación, incluida la incapacidad para pescar. Además de la industria pesquera, el sector turístico se ha visto directamente afectado, incluidos los dueños de restaurantes, arrendadores de sombrillas, vendedores de playa, etc. El ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, estimó este sábado las pérdidas económicas en más de 50 millones de dólares. .
Responsabilidades
Si bien el gobierno ha calificado el derrame como un "desastre ambiental", Repsol dice que no es responsable. Según la empresa, es culpa de las autoridades marítimas peruanas que no emitieron alertas sobre el aumento del oleaje tras la erupción en Tonga. Sin embargo, la empresa Repsol está señalando con el dedo en muchos casos similares.
