Dinamarca ha firmado un acuerdo con Kosovo, según el cual Pristina alquilará 300 celdas de prisión debido al hacinamiento en las prisiones “escandinavas”. El acuerdo entrará en vigor en 2023. Según el acuerdo, Copenhague pagará a Pristina 15 millones de euros al año, y el acuerdo se firmará durante un período de cinco años. Hay una opción para su extensión.
La semana pasada, Dinamarca anunció que el prisioneros enviará a Kosovo serán extranjeros sujetos a deportación después de cumplir sus condenas. Los detenidos irán a prisión en la localidad de Gilan, a unos 50 km de la capital Pristina. Desde 2015, el número de presos en Dinamarca ha aumentado en casi un 20 % y el número de guardias ha disminuido en el mismo porcentaje. El ministro de Justicia danés, Nick Heckerup, describió el acuerdo como revolucionario y expresó su esperanza de que reduzca la presión sobre el personal penitenciario. Su homóloga kosovar, Albulena Hadjiu, señaló que hay entre 700 y 800 vacantes en el país balcánico. Dinamarca ya ha anunciado planes para deportar a los presos después de cumplir sus condenas en las prisiones del país. Para 2020, su número debería haber sido 350.
Una práctica similar ya se ha aplicado en otros países europeos. Noruega y Bélgica han alquilado celdas de prisión en los Países Bajos.