La situación económica parece un poco menos benigna a muy corto plazo: debido a la propagación de Omicron, los cuellos de botella en nuestras cadenas de suministro, el aumento de los precios de la energía.
Entonces la incertidumbre es muy alta, como lo ha sido durante toda la pandemia. Y debemos permanecer atentos para evitar que la recuperación se desvíe de su curso, ya que todavía nos enfrentamos a varios riesgos a la baja y vientos en contra.
Pero para ser claros, en este entorno incierto, seguimos siendo positivos sobre las perspectivas a mediano plazo para nuestro economia. Las lecturas de los indicadores de la encuesta se mantienen muy por encima de sus promedios a largo plazo, aunque apuntan a una pérdida de impulso en las últimas semanas.
A pesar de estos acontecimientos negativos, nuestro pronóstico de invierno que presentaré el jueves mostrará que en 2022 la economía de la UE seguirá recuperándose de la crisis de la COVID. Esto se debe principalmente a la exitosa campaña de vacunación y al persistente apoyo de las políticas monetaria y fiscal.
En este contexto, mi opinión es que una retirada prematura del apoyo político podría socavar la fuerza de la expansión económica.
Por lo tanto, debemos aplicar políticas que sustenten de manera efectiva la recuperación y aumenten el crecimiento potencial. Esto significa cambiar gradualmente el apoyo hacia medidas que sientan las bases para una transición verde y digital exitosa y para un crecimiento más inclusivo.
Nuestra respuesta coordinada de política económica a la pandemia durante los últimos dos años ha sido fuerte y exitosa. Solo considere las cifras de desempleo récord bajas de diciembre publicadas por Eurostat la semana pasada. Por supuesto, sabemos que todavía tenemos muchos desafíos en el mercado laboral, pero la tasa de desempleo es muy importante.
Ahora debemos navegar una fase nueva, mucho más compleja, con suerte con la misma coordinación y éxito, para promover el crecimiento sostenible y las finanzas sostenibles en el futuro.
Sobre la situación fiscal en la UE y nuestra evaluación de los planes presupuestarios preliminares de 2022, según las previsiones de otoño, el déficit presupuestario agregado en la zona del euro debería disminuir notablemente del 7.1 % del PIB el año pasado al 3.9 % este año y al 2.4 % el próximo año.
Al mismo tiempo, se prevé que la deuda pública alcance un máximo del 100 % en la zona del euro en 2021 y disminuya con bastante lentitud hasta el 97 % en 2023.
Reducir las deudas elevadas de manera favorable al crecimiento no es necesariamente un oxímoron, pero es un desafío para nuestras políticas y normas fiscales en los años venideros. Y el papel y el apoyo del Parlamento Europeo son cruciales también desde este punto de vista.
Sobre los Dictámenes sobre los proyectos de planes presupuestarios, sólo algunas observaciones.
Primero, todos los Estados miembros planean preservar la inversión financiada nacionalmente. Los Estados miembros utilizarán el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia para financiar inversiones adicionales para apoyar la recuperación.
Y junto con estos avances positivos, observamos que, en algunos Estados miembros, se planeó que una parte considerable de la contribución a la postura fiscal de apoyo general fuera proporcionada por aumentos en el gasto corriente financiado a nivel nacional. Y dijimos una palabra de advertencia sobre esta actitud.
En general, se proyecta que la postura fiscal sea expansiva durante 2020-2022. Y, lo que es más importante, se prevé que la relación inversión pública/PIB de este año sea más alta que antes de la crisis. Esto contrasta con una tendencia a la baja de siete años de esta relación inversión/PIB a raíz de la Gran Crisis Financiera.
Esta buena noticia refleja no solo el efecto combinado de una mayor inversión financiada a nivel nacional, sino también inversiones financiadas por subvenciones del RRF. Por lo que la implementación efectiva de las inversiones y reformas de los Planes de Recuperación y Resiliencia será uno de los factores clave para una recuperación exitosa de nuestras economías.
Necesitamos seguir coordinando políticas, aprender de esta crisis y trabajar con herramientas sin precedentes si es necesario, pero siempre con una fuerte voluntad política.
Gracias por su atención.