El 25 de julio de 2023, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, se dio un paso importante para promover la armonía y abordar el creciente problema del discurso de odio. La asamblea adoptó una resolución titulada “Promoción del diálogo y la tolerancia interreligiosos e interculturales para contrarrestar el discurso de odioLa resolución destaca la importancia de alentar las conversaciones entre religiones y culturas como una herramienta para prevenir la propagación del discurso de odio y los prejuicios.
Esta resolución se basa en los principios esbozados en la Carta de las Naciones Unidas sobre la base de los compromisos. Hace hincapié en reconocer el papel que juega el diálogo entre religiones y culturas. Reafirma el valor de respetar los derechos y las libertades independientemente de la religión o las creencias propias.
Reconociendo que el diálogo contribuye a la cohesión, la paz y el desarrollo, esta resolución insta a los Estados miembros a considerar el diálogo intercultural como un medio poderoso para lograr la paz, la estabilidad social y los objetivos de desarrollo acordados internacionalmente.
Reconociendo la contribución esencial del diálogo a la cohesión social, la paz y el desarrollo, la resolución hace un llamado a los Estados miembros para que consideren el diálogo interreligioso e intercultural como un instrumento potente para lograr la paz y la estabilidad social, así como para alcanzar los objetivos de desarrollo acordados internacionalmente.
Esta histórica resolución también aborda la preocupante proliferación del discurso de odio. Destaca la importancia de formular una definición de discurso de odio acordada internacionalmente e invita a todas las partes interesadas relevantes a observar el Día Internacional para Contrarrestar el Discurso de Odio. La resolución también subraya el papel de la educación, la cultura, la paz y el entendimiento mutuo en la lucha contra la discriminación y el discurso de odio.
La Asamblea General condena enérgicamente la promoción del odio que conduce a la discriminación, la hostilidad o la violencia, ya sea que se propague a través de los medios de comunicación o las plataformas digitales. Enfatiza la conexión entre libertades como la religión/creencia y la libertad de opinión/expresión, defendiendo su papel combinado en la lucha contra la intolerancia y la discriminación.
Además, la resolución insta a que se tomen medidas para combatir la preocupante propagación del discurso de odio en las plataformas de las redes sociales al tiempo que se respetan los estándares de derechos humanos. Hace un llamado a los estados miembros y a las empresas de redes sociales para que trabajen para reducir el discurso de odio y mejorar el acceso de los usuarios a los mecanismos de denuncia.
Para abordar de manera efectiva este creciente desafío, la Asamblea General ha pedido al Secretario General de la ONU que organice una conferencia en 2025. Esta conferencia reunirá a entidades de la ONU, estados miembros, organizaciones de líderes religiosos, representantes de los medios de comunicación y la sociedad civil para discutir estrategias para promover el diálogo. entre religiones y culturas como medio para contrarrestar el discurso de odio.
Con esta resolución en vigor, la comunidad internacional está lista para intensificar sus esfuerzos para crear un mundo donde la comprensión, la tolerancia y el respeto mutuo prevalezcan sobre las barreras religiosas. Al contrarrestar el discurso de odio y la discriminación, nuestro objetivo es fomentar un entorno que abrace la aceptación y el respeto de la retórica.
El compromiso decidido de la Asamblea General de fomentar el diálogo entre religiones y culturas sirve como evidencia de nuestra determinación de construir un futuro caracterizado por la paz, la comprensión y la unidad, al tiempo que trasciende el lenguaje divisivo.