El 29 de diciembre de 2023, según el calendario ortodoxo, se honra a los santos 14 mil niños mártires asesinados por Herodes en Belén.
Estos inocentes bebés judíos sufrieron por el niño Jesús a instancias del rey Herodes de Judea, quien temía que el recién nacido le quitara su reino.
El juicio de Dios –según los escritores eclesiásticos– llegó a Herodes a través de terribles enfermedades que acabaron con su vida por la matanza ilegal de inocentes.
Estos inocentes bebés judíos sufrieron a causa del Niño Jesús sin principio, Hijo de Dios, por orden del rey judío Herodes.
Cuando se vio burlado por los magos que adoraban al Niño Jesús, pero no regresaron a él, sino que se fueron a su propio país, Herodes se enojó mucho y, temiendo que el recién nacido Rey de los judíos lo tomara. quitó su reino, mandó matar a todos los niños de dos años para abajo en Belén y en todos sus términos. Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías:
“Se oyó una voz en Ramá, llorando y lamentándose y un gran clamor. Raquel lloró por sus hijos, y no quiso ser consolada porque se habían ido” (Mateo 2:17-18).
Así, el cruel Herodes sacrificó miles de niños a su desenfrenado ansia de poder, sin saber que Jesucristo había nacido para establecer un reino no de gobierno terrenal, sino de salvación eterna;
que todas las artimañas de los hombres son impotentes y en vano para la omnipotente providencia de Dios, quien poderosamente y sin obstáculos dispone la salvación del mundo;
que la vida del propio Herodes, que se cuidaba presuntuosamente, no duraría más de un año, ¡y que su suerte dependía de Dios!
El juicio de Dios –en palabras de los escritores de la iglesia– llegó a Herodes a través de terribles enfermedades que acabaron con su vida por la matanza ilegal de inocentes.
Los niños mártires entraron al Reino de los Cielos no por la puerta del San Bautismo, sino por el martirio de Jesucristo, que él mismo llamó “bautismo” (Marcos 10). Y con este bautismo, en caso de necesidad, se sustituye el propio sacramento del bautismo en agua.