El 9 de agosto se celebraron elecciones presidenciales en la República de Belarús.
La UE ha estado siguiendo de cerca los acontecimientos que condujeron a las elecciones presidenciales. Durante la campaña electoral, el pueblo de Bielorrusia ha demostrado el deseo de un cambio democrático.
Sin embargo, las elecciones no fueron ni libres ni justas.
Las autoridades estatales desplegaron una violencia desproporcionada e inaceptable que causó al menos un muerto y numerosos heridos. Miles de personas fueron detenidas y se intensificó la represión de las libertades de reunión, de prensa y de expresión. Hacemos un llamado a las autoridades bielorrusas para que liberen de inmediato y sin condiciones a todos los detenidos. Además, los informes fidedignos de los observadores nacionales muestran que el proceso electoral no cumplió con los estándares internacionales que se esperan de un Estado participante de la OSCE.
El pueblo de Bielorrusia se merece algo mejor.
Desde la liberación de los presos políticos en 2015, la relación entre los EU y Bielorrusia había mejorado. Pero sin avances en derechos humanos y el estado de derecho, la relación UE-Bielorrusia solo puede empeorar.
Es en este contexto que evaluaremos las acciones de las autoridades bielorrusas para abordar la situación actual y llevar a cabo una revisión en profundidad de las relaciones de la UE con Bielorrusia. Esto puede incluir, entre otras cosas, tomar medidas contra los responsables de la violencia observada, arrestos injustificados y falsificación de resultados electorales.
Hacemos un llamado a los líderes políticos de Bielorrusia para que inicien un diálogo genuino e inclusivo con la sociedad en general para evitar más violencia. La UE seguirá apoyando una Bielorrusia democrática, independiente, soberana, próspera y estable.