Nosotros, los líderes europeos, estamos conmocionados y entristecidos por los ataques terroristas en Francia.
Condenamos en los términos más enérgicos estos ataques que representan ataques a nuestros valores compartidos.
Nos mantenemos unidos y firmes en nuestra solidaridad con Francia, con el pueblo francés y el Gobierno de Francia, en nuestra lucha común y continua contra el terrorismo y el extremismo violento.
Hacemos un llamado a los líderes de todo el mundo para que trabajen hacia el diálogo y la comprensión entre las comunidades y las religiones en lugar de la división.