Por Devin Watkins
El Papa Francisco continuó su ciclo de catequesis sobre la oración en la Audiencia General semanal, centrándose en el Libro de los Salmos.
Llamó al libro del Antiguo Testamento un “gimnasio y hogar de innumerables hombres y mujeres de oración”.
Como rezar
Como parte de los libros de sabiduría, los Salmos comunican al creyente “saber orar”.
“En los Salmos encontramos todos los sentimientos humanos: las alegrías, las tristezas, las dudas, las esperanzas, las amarguras que tiñen nuestra vida”, dijo el Papa.
Dios, agregó, inspiró el lenguaje de la oración en los libros para que quienes los leyeran aprendan a alabar, agradecer, implorar e invocarlo.
“En resumen, los Salmos son la palabra de Dios que usamos los seres humanos para hablar con Él”.
Las oraciones de los Salmos surgen de la experiencia vivida, no de ideas abstractas, dijo el Papa. “Para rezarlas nos basta ser lo que somos”, con todos nuestros problemas e incertidumbres.
cuestión de sufrimiento
El Papa Francisco continuó explorando cómo el salmista enfrenta el tema del sufrimiento, diciendo que se acepta como parte de la vida y, por lo tanto, se transforma en una pregunta.
"¿Hasta cuando?" dijo, es la pregunta que queda sin respuesta.
“Todo sufrimiento pide liberación, toda lágrima pide consuelo, toda herida espera curación, toda calumnia una sentencia de absolución”.
Los Salmos, dijo el Papa, nos recuerdan que la vida no se salva si no se cura el sufrimiento.
La persona que ora, agregó, sabe que son “preciados a los ojos de Dios, y por eso tiene sentido clamar”.
Oración: un grito a Dios
Los Salmos nos muestran que clamar a Dios en oración “es camino y principio de salvación”.
El Papa Francisco dijo que la oración convierte el dolor en “una relación: un grito de ayuda esperando para interceptar un oído atento”.
“Todos los dolores humanos por Dios son sagrados”, agregó. “Ante Dios no somos extraños, ni números. Somos rostros y corazones, conocidos uno por uno, por su nombre”.
La puerta de Dios siempre abierta
Entonces, dijo el Papa Francisco, el creyente encuentra en los Salmos una respuesta al sufrimiento.
“Él sabe que aunque todas las puertas humanas estuvieran atrancadas, la puerta de Dios está abierta. Incluso si todo el mundo hubiera emitido un veredicto de condenación, hay salvación en Dios”.
El Papa dijo que la persona que reza sabe que los problemas no siempre se resuelven, pero “si somos escuchados, todo se hace más llevadero”.
Dios llora con nosotros
En conclusión, el Papa Francisco dijo que la oración nos salva del sufrimiento en el abandono, porque nuestras oraciones se elevan a Dios que “llora por cada hijo e hija que sufre y muere”.
“Si mantenemos nuestra relación con Él”, dijo, “la vida no nos ahorra el sufrimiento, pero nos abrimos a un gran horizonte de bondad y nos encaminamos hacia su realización”.