“Las decisiones que tomemos ahora determinarán el curso de los próximos 30 años y más allá: las emisiones deben reducirse a la mitad para 2030 y alcanzar las emisiones netas cero a más tardar en 2050 para alcanzar la meta de 1.5 °C”. Secretario General António Guterres dijo en su mensaje a la Cumbre virtual de Finanzas en Común.
“Si no cumplimos con estos objetivos, la perturbación de las economías, las sociedades y las personas causada por COVID-19 palidecerá en comparación con lo que nos depara la crisis climática”.
El Sr. Guterres sostuvo que el mundo tiene la responsabilidad compartida de redoblar sus esfuerzos para recuperarse de la crisis económica y social y “ponerse en camino” para lograr los ODS y construir un futuro sostenible, inclusivo y resiliente.
“La solidaridad mundial es imprescindible para derrotar al virus y recuperarnos mejor”, afirmó.
Señales alentadoras
El jefe de la ONU dijo a los participantes que estaba alentado por el creciente número de países que se comprometían con el objetivo de cero emisiones netas.
Señaló que la Unión Europea (UE) se había comprometido a convertirse en el primer bloque neutral en carbono para 2050 y ha alineado su paquete de recuperación de COVID-19 con ese objetivo. Y otros 110 países, incluidos el Reino Unido, Japón y Corea, también se han comprometido para 2050, mientras que China apunta a 2060.
“Esto significa que el 50 % del Producto Interno Bruto mundial y aproximadamente el 50 % de las emisiones globales de dióxido de carbono ahora están cubiertos por un compromiso de cero emisiones netas”, explicó el Sr. Guterres, y agregó que muchas ciudades y empresas se están dando cuenta de la “no tenemos alternativa, y porque reconocen las oportunidades que están ahí para ser aprovechadas”.
'Todavía no'
Sin embargo, hasta ahora no se han hecho compromisos audaces para financiar los vehículos necesarios para los ODS.
El jefe de la ONU señaló que los bancos públicos de desarrollo están “en una posición única para desempeñar un papel de liderazgo”, proporcionando financiamiento concesionario donde más se necesita y aprovechando el financiamiento privado.
“Esto es esencial para reiniciar nuestras economías y ponerlas firmemente en el camino hacia un futuro sostenible y neutral en carbono”, atestiguó.
Pasos clave
El Secretario General describió cinco medidas para lograr estos objetivos, comenzando por alinear los mandatos de los bancos públicos de desarrollo con los ODS y los compromisos de neutralidad de carbono para 2050.
“Invertir… en programas de transición justa, que no dejen a nadie atrás, incluidos los bonos ODS, e incorporar el género y la sostenibilidad en todos los instrumentos”, dijo.
Pintando un cuadro de enormes demandas de financiamiento de emergencia con procesos de aprobación simplificados, el segundo punto del Sr. Guterres fue dar prioridad al financiamiento de medidas de ayuda inmediata, particularmente en salud pública y seguridad alimentaria.
“Se ha demostrado que las inversiones de los bancos públicos de desarrollo atraen más financiamiento privado en lugar de reemplazarlo... [y] ofrecen oportunidades para mejorar la gobernanza y los marcos regulatorios en los países donde operan, brindando certeza y aportando el capital que tanto se necesita”, dijo. dijo.
En tercer lugar, existe la necesidad de aumentar drásticamente la financiación pública del desarrollo para la adaptación y la resiliencia, en particular para los grupos más vulnerables.
“Necesitamos invertir masivamente en salud pública, seguridad alimentaria y educación para todos; en el empoderamiento de las mujeres, las niñas y los más vulnerables; en el apoyo a la inversión productiva y el empleo; en el acceso a la energía; y en la promoción derechos humanos en general”, puntualizó el jefe de la ONU.
Luego, era importante tener transparencia para garantizar que tanto la financiación pública como la privada apoyen los ODS y el Acuerdo de París.
“Trabajar juntos para adoptar normas, estándares y mecanismos de certificación para las finanzas sostenibles”, instó a todos los países.
Finalmente, el Sr. Guterres subrayó la necesidad de mejores datos.
“Necesitamos que los bancos públicos de desarrollo inviertan en datos y estadísticas que fortalezcan la capacidad de los países en desarrollo para tomar las decisiones que se necesitan y… compartir abiertamente sus datos con los tomadores de decisiones para una mejor acción coordinada”, explicó.
El jefe de la ONU dijo a los participantes que sus decisiones “enviarán una señal a la comunidad financiera mundial y a los responsables políticos de todo el mundo”, transformarán la financiación del desarrollo y “ayudarán a construir los cimientos de una nueva economía apta para el siglo XXI”.
