La semana pasada, un grupo que se definía a sí mismo como Demócratas Seculares de América envió una carta de 28 páginas a Kamala Harris y Joe Biden pidiéndoles que eliminen la religión de todos los sectores de la sociedad. vida pública estadounidense y para “reeducar” a los cristianos estadounidenses para que se guarden su “dogma religioso” para sí mismos.
En su documento, titulado “Restauración del secularismo constitucional y el pluralismo patriótico en la Casa Blanca”, los demócratas del Congreso Jamie Raskin de maryland, Jared Huffmann de California y jerry mcnerney de California lamentan la vida bajo la administración Trump:
“El enredo constante de la religión y el gobierno... va mucho más allá de los temas candentes de la 'guerra cultural'... Impregna todos los aspectos de la política gubernamental: atención médica, educación pública y privada, política exterior, política fiscal, política ambiental, política militar y más …"
Ellos continuaron:
“Las decisiones [del gobierno] deben estar guiadas por la ciencia y la evidencia... Creemos que ahora es el momento adecuado para defender un caso para revivir un enfoque jeffersoniano de la gobernanza que favorece la razón... y desenredar la política gubernamental de la influencia de... los intereses religiosos que tienen atrincherarse peligrosamente en todos los niveles de gobierno”.